Ojo a la versión del acusado de abusar de tres menores en Villarrobledo
El acusado de haber cometido de forma continuada tres delitos de abusos sexuales a tres menores de seis y siete años de edad en Villarrobledo, A.F.J., ha negado los hechos y ha dicho que las niñas se lo pudieron inventar porque les dijo que no las iba a invitar a su cumpleaños, que se celebraba al día siguiente de los hechos, 2 de septiembre de 2015.
En la vista oral celebrada en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, el procesado ha explicado a la Sala, que conocía a las menores del barrio y que él coincidía con ellas y "con 20 niños más" porque iba a bajar a un perro pequeño que tenía.
"A ellas les gustaba mi perro y me pedían que se lo dejara", ha afirmado A.F.J. También ha reconocido que alguna vez "les ha dado golosinas que lleva en un bolso" por sus nietos y que "dinero nunca".
Sobre el hecho que se ha juzgado, de que se fue con las menores el 1 de septiembre a guardar su coche al garaje en el que lo encerraba y allí abusó de ellas, el acusado ha reconocido que fue con ellas "porque querían" y "con el consentimiento de una de las madres". "Les hacía ilusión", ha matizado, y ha subrayado que ocurrió "en dos ocasiones" y que en otra, "también subió el hermano mayor de una de las niñas".
A preguntas de la Fiscalía sobre el relato de las menores, ha negado que les pidiera que se bajaran los pantalones, que les enseñaran los genitales y que él a su vez se bajara el pantalón y les pidieran que le tocaran.
Su versión de los hechos para denunciarlo ha sido que invitaron a otros niños a subir a su coche y "las amenacé con no invitarlas a mi cumpleaños, que era al día siguiente, y que iba a celebrar con mis tres nietos, por ello, ellas se enfadaron" y, ha dicho, que le dijeron que le iban a denunciar".
Las niñas, ha recordado la representante del Ministerio Público, también relataron a la Guardia Civil y el Juzgado de Instrucción que se iban a jugar con él a una parte trasera que hay en la zona donde vivían, y en la que no les podía ver la madre, y que allí hacían desfiles de moda y él les pedía que les enseñaran sus genitales.
El acusado lo ha negado afirmando que los padres "siempre han estado muy pendientes de sus hijas", aunque al referirse a las hermanas gemelas ha afirmado que "pasaban tiempo solas y las cuidaba la hermana mayor de 12 años".
Se ha preguntado cómo le ha ocurrido esto, siendo "una persona normal y corriente que lleva 35 años viviendo en el mismo barrio", y ha insistido en que eran las niñas las que lo buscaban. "Me llamaban a mi casa y preguntaban a mi mujer por mí, cuando estaba en la siesta", ha asegurado.
Garaje comunitario
A preguntas de su defensa, ha matizado que si hubiera cometido los hechos en el garaje donde guardaba su coche "cualquier vecino me hubiera pillado porque era un garaje comunitario". No tiene sentido, ha apostillado. Y, en más de una ocasión, se ha defendido sobre el hecho de que salía al parque de la comunidad donde vivían las niñas y él, "a sacar al perro, no a otra cosa".
En su relato, ha matizado que a la zona trasera de la que hablan las menores "dan las ventanas de un edificio y un bar" y "cualquier persona puede ver cualquier cosa".
Ha asegurado que lleva dos años sin vivir allí por la orden de alejamiento interpuesta por el Juzgado y que no tiene idea de porqué le denunciaron.
La declaración de las tres niñas ha sido a puerta cerrada, a petición de la letrada de la Acusación Particular, que representa a las hermanas gemelas, y el juicio ha proseguido en audiencia pública una hora después con el testimonio de los padres de las menores.
Uno de ellos ha explicado que su hija le contó que A.F. le había tocado los genitales y a su hermana también en el garaje y que si no les dejaba tocar "no las invitaba a su cumpleaños".
Al enterarse, el padre bajó a la calle para hablar con el acusado, que se encontraba en un banco sentado. "Su reacción fue balbucear", ha afirmado. También ha insistido en que sus hijas le relataron que se iban a la parte de atrás del edificio, "las ponía a bailar y les tocaba sus partes". Ha dicho que lo hacía "cuando estaba oscuro y no había gente".
Las niñas se lo contaron "llorando", y todas han necesitado asistencia psicológica. Una de ellas, según su padre, ha cambiado mucho y "solas ya no van", ha asegurado la madre de las hermanas, que ha testificado a continuación.
Confianza con el vecino
La mujer ha afirmado que tenía confianza en el vecino y por eso "consentía" que se fueran con él para guardar el coche. Ha manifestado "sentirse culpable por ello", pero también que parecía "una persona normal" y no desconfiaba de él.
El 1 de septiembre de 2015, tras ir al garaje con él, "vio que tardaban más de lo habitual", y ya con la madre, una de las menores venía "temblorosa y llorando". Fue, al subir a la casa, cuando la niña "explotó" y lo contó todo. Ambos progenitores no han reclamado indemnización sólo "justicia" para que sus hijas "puedan vivir en paz".
También han declarado en la prueba pericial las psicólogas del programa 'Revelas-m' que han atendido a las niñas, dando credibilidad al relato de las tres menores.
Prisión
La Fiscalía ha solicitado cuatro años de prisión para cada uno de los tres delitos continuados de abusos sexuales a menores de 16 años, y una indemnización total de 7.000 euros por los daños morales. La Acusación Particular, que representa a las dos hermanas gemelas, ha pedido igualmente cuatro años de prisión para dos delitos y su defensa la libre absolución. El juicio ha quedado visto para sentencia.