Acepta más de 3 años de prisión por robar con una pistola simulada y disfraz un banco de Albacete
El hombre acusado de robar con intimidación en una entidad bancaria de Navas de Jorquera (Albacete) ataviado con un disfraz y a punta de pistola que, aún no siendo real, lo simulaba, ha sido condenado a tres años y seis meses de prisión, tras reconocer los hechos y dar su conformidad al acuerdo que previamente han alcanzado su defensa, el abogado del banco y la representante del Ministerio Público.
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Albacete le ha condenado dictando sentencia firme en la vista oral celebrada este martes y ha acordado aceptar la petición de la defensa del acusado de suspender la condena durante cinco años, siempre que no delinca en ese tiempo y continúe con el tratamiento de deshabituación a la cocaína que actualmente lleva en el centro penitenciario.
La juez ha sentenciado que se le aplica la suspensión de la pena de cárcel por no tener antecedentes penales, ser su primera condena y después de haber depositado en el juzgado la cantidad de 4.918 euros, siendo esto un atenuante de reparación de daño que facilita también la suspensión.
"Muy arrepentido"
Su abogada, María José Íñiguez, ha subrayado a la salida del juicio que su cliente "está muy arrepentido". "Es un padre de familia, sin ninguna conflictividad y cometió el delito siendo un drogodependiente de la cocaína". Actualmente, ha añadido, está "en tratamiento y la Ley le da la oportunidad de no seguir en prisión" y que prosiga el tratamiento en la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
El condenado, J.A.C.G., de 34 años de edad, ha reconocido que sobre las 8.37 horas del día 7 de diciembre de 2016, se dirigió a la sucursal de la entidad Gobalcaja, en Navas de Jorquera (Albacete), ataviado con un gorro de lana negro y una bufanda tubular, tipo braga, también de color negro, procediendo, una vez que penetró en el interior del referido establecimiento, a subirse la bufanda tubular ocultándose el rostro con el propósito de no ser identificado.
Posteriormente se dirigió al mostrador en que se hallaba el director de la sucursal, al tiempo que se extraía de la cintura una pistola de aire comprimido que utiliza como munición pequeñas bolas de plástico, pero con gran parecido a una real, concretamente de una Beretta modelo F92, y de forma amenazante se dirigió a un cliente y el citado director de la sucursal, encañonado a éste último con la pistola descrita a la vez que decía: "Esto es un atraco".
Acto seguido, el acusado, en su camino hacia el mostrador empujó con su mano izquierda apartándolo al cliente de la entidad bancada que se hallaba apoyado en el mismo y se dirigió a él diciéndole, "tú quítate y quédate ahí", sacando en ese momento una bolsa de tela que arrojó encima del mostrador conminando al empleado de la entidad bancada, mientras continuaba esgrimiéndole la pistola simulada, para que le entregara todo el dinero del que dispusiera, manifestando: "deja ahí todo lo que tengas".
El empleado accedió atemorizado por la situación, introduciendo en la bolsa facilitada por el acusado el dinero que había en el cajón del submostrador, si bien el acusado le exigió "el monedero también", lo que así hizo.
El acusado se apoderó de 10.607,27 euros de los que fueron recuperados 5.688,77 euros. Abandonó la sucursal bancaria, montándose en un vehículo propiedad de la esposa del acusado, a bordo del que se dio a la fuga, hasta que fue detenido por la Guardia Civil.