El Servicio de Neurología de la Gerencia de Atención Integrada (GAI) de Albacete acaba de publicar un artículo en la revista 'Neurology' con un estudio pionero sobre las complicaciones neurológicas en los pacientes hospitalizados en la provincia por COVID-19 durante el mes de marzo.
Se trata del trabajo más extenso editado hasta ahora en todo el mundo, "en una publicación de gran relevancia a nivel internacional", pues analiza los casos de 841 pacientes y "servirá de base a sucesivas investigaciones y revisiones de la comunidad científica", ha asegurado en un comunicado el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
El jefe del Servicio de Neurología, Tomás Segura, ha explicado que solo existe otra serie similar a la publicada por los neurólogos albaceteños, realizada por profesionales de Wuhan (China), pero "en ese caso analizaba su experiencia en 214 pacientes", cuando la manchega centra su trabajo en la revisión sistemática de 841 pacientes hospitalizados en tres semanas de marzo tanto en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete como en el Hospital de Almansa.
En ese periodo, los neurólogos analizaron "las características demográficas, las manifestaciones clínicas sistémicas y neurológicas, y las pruebas complementarias" y de este estudio observacional se desprende que las manifestaciones neurológicas "son comunes" en pacientes hospitalizados con COVID-19 porque en Albacete "el 57,4 % de los pacientes desarrolló algún síntoma neurológico".
Segura ha añadido que el estudio determina que "síntomas inespecíficos" como mialgias aparecieron en un 17,2 % de los casos, dolor de cabeza en un 14,1 % y mareos en el 6,1 %, "todos ellos, principalmente, en las primeras etapas de la infección".
En su serie los neurólogos albaceteños describen la obesidad como "el parámetro más decisivo" que se debe, según el jefe del Servicio, a que "el paciente con obesidad tiene menor capacidad ventilatoria y, por otra parte, una mayor facilidad para responder a la agresión del virus con una respuesta inflamatoria excesiva, lo que se ha dado en llamar 'tormenta de citoquinas'".
Por último, el doctor Segura ha defendido que los médicos deben mantener una "estrecha vigilancia" neurológica sobre los pacientes por COVID-19 para poder detectar de forma precoz posibles complicaciones derivadas.