Albacete se ve obligada a suspender por el Covid-19 una de sus clásicas del verano
Albacete se queda este año sin sus ya clásicas y populares escuelas de verano. La situación sanitaria ha aconsejado al ayuntamiento suspenderlas.
El Ayuntamiento de Albacete ha decidido no organizar las Escuelas de Verano ante la imposibilidad para garantizar que no se producirán contagios por COVID-19 entre la plantilla de trabajadores y el alumnado. Decisión que el equipo de Gobierno ha trasladado a través de la Junta de Portavoces a todas las formaciones políticas municipales.
De no haberse producido la pandemia, de esta medida, concebida para facilitar la conciliación familiar durante los meses estivales, se iban a beneficiar 1.589 niños y niñas por quincena, que habrían disfrutado de un programa de actividades lúdicas y deportivas, en 12 colegios de la ciudad, impartidas por 152 monitores, contratados a través del Plan de Empleo del Ayuntamiento de Albacete.
Estos datos, que representan una ratio de 132 niños por centro, además de sus monitores, han sido valorados a través de un informe del Servicio municipal de Recursos Humanos y Prevención de Riesgos Laborales, en el que se constatan las dificultades para preservar las recomendaciones mínimas y esenciales para evitar el contagio por COVID-19. Es decir, evitar concentraciones de personas y garantizar dos metros de distanciamiento interpersonal en espacios cerrados.
Además, de haberse llevado a cabo, el programa tendría que haber reducido considerablemente el número de participantes, pues en este mismo informe se recomienda una disminución del 50% en el total de niños y niñas por quincena para aquellas actividades previstas para realizarse al aire libre, según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
En su decisión final, el equipo de Gobierno municipal también ha tenido en cuenta las conclusiones de un segundo informe, elaborado por el Servicio de Empleo y Promoción Económica, que coincide en sus apreciaciones con el de Recursos Humanos y Prevención de Riesgos Laborales y en el que se advierte que "el surgimiento de un solo caso entre los trabajadores de uno de los centros plantearía el problema de cómo reorganizar los grupos de niños, dado que es aconsejable que sean atendidos en grupos burbuja, para evitar que interactúen entre grupos distintos para evitar contagios".
Asimismo, este informe también concluye que "un positivo en cualquiera de los colegios podría implicar su cierre, con una posible paralización de la actividad temporal. Poniendo de manifiesto que es esencial valorar el riesgo y la repercusión que dicha situación podría ocasionar para el Ayuntamiento".
Para la decisión de no celebrar este programa también se han tenido en cuenta estudios científicos de reciente publicación, entre los que figura el de un grupo de investigadores de la Universidad de Granada, en el que se pone de manifiesto que un aula de Educación Infantil con 20 niños tendrá contacto con más de 800 personas después de solo dos días, con los consiguientes riesgos para contraer y propagar el COVID-19.
Estas consideraciones, sumadas al hecho que otras administraciones con competencias educativas decidieron suspender las clases lectivas presenciales, que no se recuperarán hasta el próximo mes de septiembre, siempre y cuando la evolución de la pandemia lo permita y de hecho, en la actualidad trabajan para establecer el protocolo de regreso a las aulas, han sido determinantes en la decisión del Ayuntamiento de Albacete de suspender las Escuelas de Verano municipales.