Unos 200 temporeros que permanecen confinados desde hace dos semanas en la Institución Ferial de Albacete (IFAB), después de que se detectara un brote de coronavirus, han iniciado un nuevo confinamiento de 10 días, lo que para muchos supone un contratiempo porque esperaban haber podido salir ayer, al cumplirse los 15 días de restricción de la movilidad, y no entienden que no puedan ir a trabajar todavía.

Así lo ha relatado a Efe Cheikhou Cisse, portavoz del Colectivo de Apoyo al Inmigrante (Acaim), que colabora habitualmente con estos trabajadores, y que hace hincapié en que los temporeros "lo único que quieren es trabajar porque, o trabajan o no pueden mandar dinero a sus familias", ya que la mayoría son africanos, de Senegal y Mali sobre todo, aunque también de otros países como Marruecos.

Los incidentes se vienen produciendo desde que a mediados de julio se detectó un brote de coronavirus en el asentamiento ilegal de la carretera de las Peñas, en la antigua nave de Cereales Saltó, donde era habitual que hubiera hasta un centenar de personas, pero que en las épocas de mayor actividad en las campañas agrícolas -entre las dos naves adyacentes- podían ser unos 500 los temporeros que allí residían y donde incluso el Ayuntamiento había instalado un punto de acceso a agua.

Al establecerse entonces, con el brote de COVID, restricciones a la movilidad para intentar frenarlo, cerca de un centenar de inmigrantes se saltó el confinamiento el domingo 19 de julio y protagonizó altercados en el Paseo de Circunvalación, unos hechos ante los cuales el alcalde de Albacete, Vicente Casañ, anunció la clausura del asentamiento y el traslado de los trabajadores, unos 230, a otro lugar, el IFAB.

Ayer se volvieron a registrar altercados al fugarse algunos de los temporeros después de llevar dos semanas con la movilidad restringida, sin poder ir a trabajar, unos incidentes que fueron controlados por la policía y donde se trasladaron, además del alcalde, el subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa, y el delegado de la Junta en Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos.

Finalmente, las administraciones acordaron reubicar a los trabajadores hoy en distintos pabellones, en grupos de unas 20 o 25 personas, para iniciar un nuevo confinamiento de 10 días.

Mientras esperan en la IFAB su traslado, y tras un motín ayer de más de cinco horas en el que un grupo salió a la calle para exigir que les dejaran ir a trabajar, hoy los ánimos están "tranquilos", ha afirmado Cheikhou Cisse, quien ha recordado que en la zona ha habido temporeros desde hace más de una década.

Ahora, cuando lleguen a su nuevo emplazamiento, ha explicado Cisse, mantendrán entrevistas con trabajadores sociales que analizarán la situación de cada uno de los temporeros para ver qué pueden hacer cuando acabe el confinamiento.

Un nuevo confinamiento, ha señalado, que deberá durar otros 10 días más, contando desde ayer, y "siempre que vuelvan a dar negativo en PCR".

Según los últimos datos de la Consejería de Sanidad, de ayer por la tarde, en este brote del asentamiento de Albacete hay 43 casos positivos de COVID-19.

Cisse ha indicado que el Ayuntamiento se ha comprometido a buscar la habilitación de algún lugar donde los temporeros que tengan trabajo puedan permanecer, una vez terminado el confinamiento, mientras dure la campaña.

El portavoz de Acaim ha asegurado que los altercados "no están justificados en ningún caso", pero ha añadido que también se han podido dar "si ha faltado información, porque ayer muchos esperaban poder irse ya, al cumplirse los 15 días y no entendían que no puedan ir a trabajar todavía".

Ha confiado en que la nueva propuesta de separarles en grupos de unas 25 personas -en lugar de los más de 200 que han permanecido hasta ahora en el pabellón de la IFAB- facilite el control del brote, que deja ya 43 positivos, tras sumar ayer cinco casos más.