La Unidad de Epilepsia de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete aspira a ampliar el espacio y la camas de la unidad, lo que servirá para iniciar un proyecto de cirugía de epilepsia formado por un equipo multidisciplinar (neurocirugía, neurofisiología clínica, neuropsicología y neurología).
"Un proyecto en el que el equipo ha puesto la ilusión y esperan pueda concretarse en los próximos meses", han informado en nota de prensa desde el Gobierno regional, que ha destacado que esta Gerencia investiga y trata la epilepsia desde distintas áreas profesionales y en pacientes de todas las edades.
Entre los últimos avances que mejoran la atención sanitaria a los pacientes se encuentra la incorporación de dos profesionales al consorcio internacional NETR, una red europea para la terapia en epilepsias raras de la que forman parte la neuropediatra María del Carmen Carrascosa y el investigador Carlos de Cabo.
Recientemente, en el mes de enero de este año, el consorcio NETRE ha publicado el artículo titulado 'Network for Therapy in Rare Epilepsies (NETRE): Lessons From the Past 15 Years' en la prestigiosa revista científica 'Frontiers in Neurology', en el que se da a conocer a la comunidad científica, explica sus propósitos y mecanismo de funcionamiento interno, a la vez que expone sus logros obtenidos hasta el momento, ha informado en nota de prensa el Gobierno regional.
NETRE está organizado en distintos grupos, actualmente 270, y cada uno de ellos está coordinado por un médico. Colaboran profesionales de todo el continente, movidos por el intercambio de experiencias en el tratamiento de la epilepsia, así como la presentación clínica y las comorbilidades. Hasta el momento, el consorcio ha identificado 338 etiologías distintas de la epilepsia con más de 2.500 pacientes; 150 de estas personas son atendidas en Albacete y pueden incluirse en alguna de estas subcategorías de la enfermedad. Los profesionales de la GAI de Albacete coordinan grupos de cinco etiologías.
Avance genético
Desde que en el año 2003 se lograra la secuenciación del genoma (proyecto Genoma Humano), el avance en la investigación ha sido exponencial. Pero no todas las epilepsias vienen de la alteración de los genes; después de un traumatismo en la cabeza, un tumor cerebral, accidente cerebro-vascular o una infección, también puede producirse la enfermedad.
El neurobiólogo de la Unidad de Investigación de la GAI de Albacete, Carlos de Cabo, ha desarrollado gran parte de su carrera en el estudio de la epilepsia y considera que un gran desencadenante está en la genética. Hasta el momento, de los 26.000 genes que tenemos los seres humanos, 4.400 de ellos están asociados a unas 6.800 enfermedades.
El laboratorio de la Unidad de Investigación albaceteña aún conserva muestras de hámsteres epilépticos de una cepa (GASH:Sal) descendiente de Lirio, el hámster que nació en los años 80 y a partir del actual se originó una línea de investigación sobre la epilepsia que ha llegado hasta nuestros días.
"Investigamos cuáles son los desequilibrios y disfunciones moleculares que hacen que un cerebro sea sensible a esta enfermedad. Nos interesa la implicación de los sistemas inhibidores de la neurotransmisión porque la epilepsia es una enfermedad donde se producen descargas eléctricas excesivas, sincrónicas y descontroladas, de un grupo de neuronas y pensamos que lo que pueden fallar son los sistemas inhibitorios", ha defendido de Cabo.
De alguna manera, en la transmisión eléctrica nerviosa, unas neuronas aceleran y otras frenan, "pensamos que es el freno lo que podría estar mal", resume el investigador.
Existen epilepsias con las que se pueden padecer manifestaciones que van desde la percepción de extrañas sensaciones, ausencias y espasmos musculares, hasta convulsiones y pérdida de conocimiento. Conocer esta alteración del cerebro y tratarla está en el empeño de los profesionales de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete que desde distintas ópticas abordan la enfermedad.
La cooperación entre los mismos suele ser fluida. La Unidad de Neuropediatría y la Unidad de Epilepsia del Servicio de Neurología colaboran constantemente, tanto en el diagnóstico y tratamiento como en el seguimiento de los pacientes pediátricos.
Unidad de epilepsia
Se estima que en la región son 15.000 las personas afectadas por los distintos tipos de la enfermedad. Mientras tanto, la Unidad de Epilepsia-Monitorización Vídeo EGG de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete ya ha realizado 1.053 estudios de epilepsia desde que se puso en marcha en julio de 2015; en este último año de 2020, pese a la pandemia, se han hecho 208 estudios.
Este servicio ha evitado el desplazamiento de los pacientes a otras comunidades autónomas, de hecho, hasta que comenzó a funcionar en el Hospital General Universitario de Albacete, debían trasladarse a Valencia y Madrid y suponía, además, mayor tiempo de espera.
Los pacientes son monitorizados durante varios días, posteriormente, el equipo de trabajo realiza lecturas de los registros y mantiene reuniones periódicas para analizar el estado de los pacientes. Los estudios, que se pueden prolongar entre uno y cuatro días, permiten finalmente conseguir un diagnóstico fiable y así es como se pueden descartar otras patologías que cursan con síntomas parecidos y que sin embargo tienen raíces diversas.
Como cuenta el responsable de la Unidad de Epilepsia del Servicio de Neurología, David Sopelana, "se ha conseguido diagnosticar a los pacientes con más precisión y más rápido, permitiendo instaurar tratamientos más adecuados y más precozmente". Si menos del uno por ciento de la población tiene epilepsia, se calcula que en la provincia de Albacete serían 2.500 las personas afectadas, de las cuales 200 podrían ser quirúrgicamente tratables; otros solo necesitan fármacos.