La ciudad de Albacete ha dicho adiós al querido sacerdote y misionero Juan Cárdenas, fallecido el pasado sábado a los 84 años de edad. El religioso era despedido en la mañana del domingo en la Catedral albaceteña y el lunes se celebró el funeral.
"Un aplauso sincero de sus compañeros en el presbiterio rompía el silencio respetuoso de su partida. Siempre cercano al Seminario fue formador, párroco, ecónomo diocesano, profesor, consiliario, capellán de religiosas y de la Tercera Orden del Carmen, canónigo, hospitalario y misionero en África. Un trabajador de la mies, incansable, disponible y diocesano. Amaba la diócesis y a sus gentes. Corazón grande, sacerdotal y orante", ha asegurado el Obispado de Albacete a través de una nota de prensa en la que ha comunicado el deceso.
Sacerdote y misionero
Juan Cárdenas, nacido en la localidad cordobesa de Espejo el 27 de abril de 1937, en plena Guerra Civil, ingresó en el Seminario de Albacete y se ordenó el 26 de junio de 1966, quedando incardinado en la Diócesis albaceteña. Ese mismo año fue nombrado administrador del Seminario Mayor de Albacete, director espiritual del Instituto Enseñanza Media masculino nº 2, promotor de vocaciones y consiliario de la JEC.
En 1970, con el traslado del Seminario Mayor a Moncada (Valencia), fue nombrado vicerrector y formador de filósofos, cargo que desempeñó hasta 1975, año en el que partió como misionero a Safané, en Burkina Fasso, hasta 1984.
A su regreso se le confiaron como párroco las parroquias de Santa Ana, Argamasón y Pozuelo y fue nombrado ecónomo diocesano. En 1986 fue nombrado párroco de El Buen Pastor.
La actividad pastoral y la economía diocesana, le llevó a dejar la función de párroco para pasar de adscrito a la parroquia de la Purísima en 1987.
Desde 1995 hasta 2008 ejerció como ecónomo diocesano, tarea que desempeñó hasta 2008, cuando D. Francisco Cases le nombró viceecónomo, tarea en la que ha permanecido hasta que la salud se lo ha permitido. En 1998, D. Francisco Cases le nombró canónigo del Ilmo. Cabildo de la Catedral.
En los últimos años ha acompañado como capellán a las presentacionistas, a la Orden Tercera del Carmen y colaborado con la Hospitalidad de Lourdes.