La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete condena a tres años y un día de prisión a S.C.P. por intentar violar a su expareja mientras la amenazaba con una navaja. Igualmente, se le condena a tres años de libertad vigilada y se le prohíbe acercarse a la víctima a menos de 1.000 metros durante seis años.
Tras la agresión sexual, S.C.P. persiguió a la víctima hasta el cuarto de baño, donde le propinó varios golpes por todo el cuerpo, hechos que la Audiencia Provincial considera que son constitutivos de un delito de lesiones, por el que le condenan a nueves meses y un día de prisión, la inhabilitación del derecho a la tenencia y porte de armas durante un año y medio y una orden de alejamiento de 1.000 metros respecto de A. por tres años.
Los hechos condenados tuvieron lugar sobre las 9.00 horas del 27 de octubre de 2019, cuando el condenado, S.C.P., se personó en la vivienda de su expareja, A., en la localidad albaceteña de Molinicos, donde esperó hasta que esta saliera del edificio para abordarla, cogiéndola del cuello, y obligarla a pasar dentro, acusándola de haber pasado la noche "follando con otro".
Una vez en el domicilio, S.C.P. la empujó contra la pared, golpeándose A. en la cabeza, y le quitó el bolso, apoderándose de sus dos teléfonos móviles.
Amenazas, golpes, violación
El condenado, aprovechando que A. estaba tumbada sobre la cama y aturdida por el golpe, la desnudó, mientras la amenazaba con una navaja, diciéndole "voy a violarte, como te muevas de ahí te mato", situación ante la que la víctima contestó, "si vas a sentirte más hombre violándome, pues hazlo".
Respuesta que hizo que S.C.P. cesara en su intento y se fuera hasta la cocina a beberse una cerveza. Momento que A. aprovechó para coger uno de sus móviles y encerrarse en el aseo, donde envío un WhatsApp a su madre pidiendo ayuda.
A los pocos minutos, el condenado fue hasta el baño, donde comenzó a aporrear la puerta hasta que A. le abrió, comenzando a golpearla por todo el cuerpo. Agresiones que no pararon hasta que apareció el padre de la víctima, B., que acudió tras ser alertado por el mensaje que su hija envió a su mujer.
Como consecuencia de estos hechos, A. presentó diversos hematomas y erosiones por brazos, piernas, mandíbula y cuello. Contra la presente resolución cabe interponer recurso de apelación.