El Ayuntamiento de Albacete va a iniciar los trámites para modificar las normas urbanísticas, medioambientales o de cualquier otra índole con el objetivo de impedir la instalación futura de empresas que puedan generar malos olores y problemas de insalubridad en la ciudad. 

Así lo ha trasladado el alcalde de la capital, Manuel Serrano, en Junta de Portavoces a los grupos municipales, a los que ha pedido el apoyo para estos cambios que han decidio impulsarse "ante el rechazo que ha generado la posible instalación en el polígono de Romica de una planta que generaría biogás procedente de deshechos, muchos de ellos purines, lo que podría originar malos olores y otros problemas de proliferación de mosquitos y otros insectos".

El regidor ha recordado que hace una semana el Consistorio presentó un informe técnico por parte de la Gerencia de Urbanismo contra la instalación de esta empresa al considerar que su actividad era "incompatible con la normativa ambiental municipal por los malos olores que podría generar", tanto en un polígono en el que trabajan más de 6.000 personas todos los días, como en las urbanizaciones más próximas y en toda la ciudad.

[El Ayuntamiento de Albacete se opondrá "clara y rotundamente" a la planta de biogás]

"El Gobierno municipal está manteniendo un contacto muy estrecho con vecinos, empresarios, organizaciones ecologistas y todos los colectivos afectados, con los que iremos de la mano con el objetivo de impedir la instalación de una actividad que podría generar tantas molestias", ha señalado Serrano, que ha abogado también por "lograr la unidad institucional con el resto de administraciones" para evitar la instalación de este tipo de industrias.

70.000 toneladas de residuos

La planta que la empresa Biogás, S.L. pretende construir en el Polígono de Romica contempla una capacidad suficiente para la gestión de 70.000 toneladas de residuos, tal y como se extrae de la memoria del proyecto.

Estas instalaciones estarían ubicadas a unos 6 kilómetros de la ciudad, una distancia que sería todavía menor con respecto a algunas zonas de parcelas y determinados barrios unicados más cerca de esta zona industrial. Es por ello que tanto vecinos como empresarios se oponen rotundamente a ellas.