La Guardia Civil ha descubierto y precintado una panadería clandestina que funcionaba sin ningún tipo de permiso administrativo ni sanitario en Hellín (Albacete).
En las instalaciones, que carecían de agua potable, había abundante suciedad, basura, residuos e incluso roedores.
Algunos de los alimentos, según ha informado el instituto armado en una nota de prensa, estaban en contacto directo con superficies de difícil limpieza y desinfección como cartones, maderas, etc.
El propietario del negocio, vecino de la localidad, ha sido denunciado por estos hechos y los productos intervenidos durante la inspección de los agentes han sido destruidos.
Esta actuación se llevó a cabo de forma conjunta entre el Seprona de la Guardia Civil y la Inspección de Salud Pública de la delegación provincial de Sanidad en Albacete, que después de tener conocimiento de la existencia del establecimiento organizaron una inspección.
Al acceder al interior del local, los agentes y los inspectores observaron a una persona realizando tareas de elaboración del pan. Tras solicitarle la documentación de puesta en funcionamiento del establecimiento, dijo carecer tanto de la licencia municipal de actividad así como de cualquier documentación sanitaria preceptiva.
Ante estos hechos, Salud Pública procedió al levantamiento de un acta decretando el cierre cautelar del establecimiento, además de la inmovilización y posterior destrucción de los 225 panes encontrados.
Por parte del SEPRONA de Hellín se han confeccionado varias denuncias por infracciones administrativas relacionadas con la higiene de los productos alimenticios y otra por carecer de la licencia de apertura y puesta en funcionamiento del establecimiento.