Recibes un mensaje en el móvil. No tienes guardado ese contacto, pero el remitente asegura que es tu hijo o cualquier otro ser querido muy cercano. Te cuenta que le han robado su teléfono o que su compañía se lo ha bloqueado, así que se ha quedado sin acceso a su servicio de banca digital. Te dice, además, que necesita hacer unos pagos urgentes y te pide que le hagas una transferencia (o varias) para solventar el apuro económico. Cuanto todo vuelva a la normalidad te lo devolverá. Pero, ojo, porque todo es un cuento chino. Ni es quien dice ser, ni está en aprietos, ni vas a volver a ver el dinero.

Se trata de la estafa del "hijo en apuros", muy extendida en España y que en las últimas semanas ha hecho estragos en Albacete. Allí, la Policía Nacional ha logrado esclarecer cinco nuevos casos e identificar a varios de los estafadores, aunque algunos de ellos actúan desde países de Europa. Lamentablemente, buena parte del dinero que han entregado las víctimas posiblemente sea irrecuperable.

El primero de los casos fue denunciado en la Comisaría de Albacete por una mujer que, creyendo que los mensajes se los enviaba su hija, le realizó una transferencia bancaria por valor de 2.972 euros. Gracias a la rapidez con la que la víctima denunció estos hechos y a la inmediata actuación policial, se logró bloquear esta cantidad e identificar al presunto autor de los hechos.

Otra estafa fue la sufrida por un padre que llegó a realizar un total de 14 transferencias a distintos bancos por importe de 21.405 euros. Después de denunciar, únicamente pudo recuperar alrededor de 5.000 euros. La investigación policial logró esclarecer también esta estafa, identificando a cinco de los autores, quienes en su mayoría eran jóvenes titulares de cuentas bancarias de las que disponían desde que eran menores.

En el tercer caso, los estafadores se hicieron pasar por el hijo de una ciudadana de Albacete, haciéndole creer a su madre que había perdido su teléfono móvil, siéndole imposible acceder a sus servicios de banca online, lo que le suponía un verdadero apuro porque tenía que abonar una serie de facturas de manera urgente. La madre realizó un total de 21 transferencias que ascendían a 18.641 euros, de los que únicamente recuperó 4.000 euros. En este caso, los identificados fueron personas con cuentas bancarias y residencia en otros países de la Unión Europea, lo que dificultó la recuperación del dinero.

Como la estafa del "hijo en apuros" es bastante conocida, los autores han perfeccionado el método. La Policía Nacional ha asegurado que ya se han recibido denuncias en la Comisaría en las que se hacen pasar por otro familiar o incluso un amigo cercano. Así sucedió con otra ciudadana de Albacete, quien creyó que era su propia hermana quien se ponía en contacto con ella y le envió 2.854 euros, pero empezó a dudar cuando le reclamó otros 3.274, así que logró ponerse en contacto con su verdadera pariente y corroboró que esos mensajes no se los había enviado ella y que había sido estafada. En este caso se identificó a un joven residente en otro país, quien alegó que dos personas le habían ofrecido 250 euros por recibir esa transferencia y sacar el dinero posteriormente.

Para evitar este tipo de estafas, la Policía Nacional hace las siguientes recomendaciones:

- Desconfíe siempre de contactos a través de mensajería reclamándole realizar un pago inmediato, sea el motivo que sea. Los estafadores le incitan a actuar con la máxima urgencia para evitar que realice comprobaciones y no se percate del engaño. Abandone la conversación, cuelgue el teléfono y efectúe la comprobación por sí mismo.

- En caso de que le llegue un mensaje de estas características, puede solicitarle a la otra persona que le llame y así poder reconocer su voz. Si se trata de una estafa, le pondrán varias excusas para evitar la llamada.

- Aumente las precauciones cuando le pidan que haga los pagos a cuentas bancarias diferentes, especialmente si son al extranjero.

- Desconfíe de aquellas ofertas de trabajo que le ofrecen obtener dinero de una manera fácil. Suelen prometer una remuneración económica a cambio de abrir una cuenta bancaria y realizar transferencias a otras cuentas, pero en realidad lo que está haciendo es colaborar con la organización. Esta participación los convierte en responsables de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, pese a que en muchos casos desconocen el origen de estos envíos.