Presentan alegaciones a la llegada de una macrogranja en Alcázar por lo que podría ocurrir con el agua

Los vocales del PSOE en la Junta Vecinal de la entidad de ámbito territorial inferior al municipio (EATIM) de Cinco Casas han presentado alegaciones contra la instalación de una macrogranja de cerdos en Alcázar San Juan por considerar que "podría contaminar el Acuífero 23".

La instalación de la macrogranja de cerdos en la localidad alcazareña, que contempla tres naves de cebo, una balsa de purines al aire libre y un pozo para suministro de agua, utilizaría como abono orgánico los purines producidos en la granja, según ha explicado el PSOE en nota de prensa.

Los socialistas han considerado que las dimensiones del proyecto, abierto a futuras ampliaciones, y la incorporación de los purines al suelo no ofrecen garantías de que no se contaminen las aguas superficiales y subterráneas del Acuífero 23, declarado sobreexplotado, y del que se abastece, entre otros, Cinco Casas.

Asimismo, han considerado que los espacios protegidos de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda y otras figuras de protección se verían afectadas también por la contaminación odorífera que ineludiblemente se producirá en la explotación.

Esta última circunstancia perjudicaría a la planificación de un futuro sostenible para este territorio, articulado en torno a rutas y a espacios protegidos, que "son claves en las propuestas de turismo medioambiental y rural de esta zona, además de a otro modelo productivo agroganadero más sustentable y respetuoso con el entorno ambiental, social, cultural y patrimonial", han añadido.

Carta arqueológica

La parcela donde se pretende instalar la explotación se encuentra incluida en la carta arqueológica del término municipal de Alcázar de San Juan, que establece los ámbitos arqueológicos de prevención, y en los que se ubican dos yacimientos, uno de ellos de la Edad del Bronce y otro de la cronología de Hierro y Romano.

El PSOE también ha argumentado que el desarrollo de este tipo de ganadería industrial, contraria al modelo de ganadería extensiva tradicional vinculada a las dehesas, deteriora las condiciones laborales del sector y ocasiona también graves impactos sobre la economía rural.

Estas alegaciones se suman a las presentadas por Ecologistas en Acción de Ciudad Real y el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, cuyo término municipal cuenta con ocho espacios naturales protegidos, la mayoría de ellos humedales.