La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha animado a las mujeres de la región a participar en los programas de prevención del cáncer de mama, "porque pueden salvar su vida o evitarse mucho sufrimiento".
Éste ha sido el principal mensaje que ha lanzado Fernández momentos antes de participar en la V Carrera Rosa contra el Cáncer de Mama, organizada por la Asociación de Cáncer de Mama y Ginecológico de Castilla-La Mancha (Amuma) en colaboración con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Ciudad Real y la Diputación Provincial.
La consejera y portavoz del Gobierno ha aprovechado este contexto para resaltar "la importancia de la prevención porque, sin duda, es la palabra que vierte más luz y esperanza ante esta enfermedad, que ya no es tabú gracias en parte a las y los excelentes profesionales de la sanidad", ha aseverado.
En el caso de Castilla-La Mancha, Fernández ha recordado que se ponen a disposición de la sociedad tres programas de detección precoz en cáncer de colon, cérvix y mama, además de la tecnología más avanzada para su detección y tratamiento.
Precisamente, el programa de detección precoz de cáncer de mama se puso en marcha en Castilla-La Mancha en 1992 y lo hizo ampliando la horquilla de edad de las mujeres destinatarias de los 45 a los 70 años, cuando la Unión Europea recomendaba desde los 50, ha resaltado la consejera, que ha apostillado: "hablamos de 27 años de funcionamiento en los que se han salvado muchas vidas".
A juicio de Fernández, el objetivo es lograr que participen todas las mujeres de esa población diana en este programa, que atendió a 100.000 mujeres en 2018 y a más de 66.500 en los ocho primeros meses de 2019.
"Y es que todo el esfuerzo es poco a la hora de salvar vidas", ha indicado la portavoz autonómica, que ha recordado que en septiembre de 2017 el Gobierno de Castilla-La Mancha incorporó los test genético-predictivos de cáncer de mama dentro de las técnicas financiadas por el sistema sanitario público regional.
Una técnica personalizada de la que se han beneficiado cerca de 240 mujeres y que permite clasificar mejor el riesgo de la paciente en función del pronóstico y facilita la elección y ajuste del tratamiento, lo que, en determinados casos, puede evitar el uso de la quimioterapia.
Fernández también se ha referido al desarrollo del programa de detección precoz de cáncer de cérvix, con el que se pretende reducir la incidencia y mortalidad del cáncer invasivo mediante la detección y tratamiento de las lesiones cervicales precancerosas o cancerosas en estadios precoces, una medida a la que podrán acogerse unas 525.000 mujeres con edades comprendidas entre los 25 y 65 años.