P.J.A. exsacerdote acusado de abusar sexualmente a nueve niños en el Seminario de Ciudad Real entre los años 2013 y 2015 mientras les impartía enseñanza, ha mantenido su inocencia durante la primera sesión del juicio que se ha reanudado este lunes en la Audiencia Provincial tras tener que ser suspendido el pasado mes de septiembre por un fallo de forma durante la fase de instrucción y que la defensa alegó como "indefensión".
Una declaración de inocencia que ha sido confirmada por el abogado del exsacerdote, en declaraciones a los medios tras finalizar la sesión a puerta cerrada, y en las que ha destacado la colaboración del acusado que "ha contestado todas las preguntas de todas las partes" considerando que "ha dado una explicación de todos y cada uno de los aspectos que han sido formulados por el Ministerio Fiscal y por la acusación".
Un talante colaborador que también ha sido puesto de relieve por el abogado de la acusación particular, que representa a tres de los nueve menores ya que, algo que no se suele hacer, ha contestado a todas las preguntas formuladas por esta parte.
Ha confirmado también, que tras la declaración del acusado, solo ha podido realizarse el interrogatorio a uno de los dos menores que estaba previsto que declararan en esta primera sesión de un juicio que está previsto que prolongue durante toda la semana.
Y es que, según el letrado, se ha tratado de dos declaraciones "muy intensas" y ha confesado que esperaba que fuera así, ya que se ha preguntado sobre hechos que atañen a nueve personas, con independencia de que sean menores, pero con "un grado de detalle máximo".
Los hechos
Los hechos que se han empezado a juzgar este lunes han sido considerados por la Fiscalía constitutivos de una veintena de presuntos delitos de abuso sexual, por los que solicita una pena de 40 años de prisión.
El escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, narra las diferentes situaciones ocurridas en las que el acusado, como sacerdote y formador de los alumnos de ESO del Seminario de Ciudad Real, con edades comprendidas entre los 14 y los 16 años, actuó "de forma libidinosa".
Entre los escenarios más repetidos de sus supuestos abusos, según recoge el escrito de acusación, está la piscina del polideportivo Puerta Santa María de la capital, donde acudía con sus alumnos. Un lugar donde "aprovechaba para acercarse a ellos, hacerles subrepticios y lascivos tocamientos". Varios de estos episodios tuvieron también lugar en las propias habitaciones de los alumnos, donde "solía entrar sin avisar".
Así, la Fiscalía ha solicitado 16 años de prisión por cuatro de los delitos, 24 por seis de ellos y finalmente la cantidad 83.160 euros, que es la suma de las multas impuestas por los once delitos restantes de los que se le acusa.
Además, solicita la prohibición de desempeñar actividades que le faciliten la ocasión para cometer hechos delictivos de similar naturaleza; la obligación de participar durante cinco años en programa formativos, laborales, cultural u otro similares e inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular o directo con menores durante seis años. También ha pedido la indemnización de 2.000 euros a cada uno de los menores por el daño moral.
El presunto caso de abusos sexuales se conoció en marzo de 2016 cuando el Obispado de Ciudad Real informó que había mandado un informe sobre el mismo al Vaticano y que había dado traslado a la Fiscalía. A continuación, la Fiscalía presentó la correspondiente denuncia que ha dado pie al proceso cuya vista oral se ha reanudado este lunes y está previsto que ocupe varias jornadas.