Los ancianos que viven en residencias llevan dos meses sin poder ver a sus familiares, desde el inicio de la crisis sanitaria generada por la pandemia del coronavirus.Una situación complicada que les genera, en muchos casos, tristeza, preocupación y ansiedad.
Para evitarlo, mientras vuelven a permitirse las visitas a este tipo de centros en los que tanto ha afectado el COVID-19,el Ayuntamiento de Granátula de Calatrava (Ciudad Real) ha instalado una caseta provisional en la fachada de la residencia. De esta forma, los familiares pueden ver el interior del edificio a través de un cristal y, a la vez, hablar con los residentes cara a cara mediante un teléfono.
“En estos tiempos de pandemia hay quien quiere ver a sus mayores internos de forma regular, como lo hacía antes, y con las medidas del Estado de Alarma no pueden. Por eso, se ha instalado esta caseta provisional para facilitar la comunicación en las fases de desescalada, y se desinstalará cuando pase todo y volvamos a la normalidad”, comenta el alcalde Félix Herrera.
Además, el Consistorio ha colocado vallas para señalizar correctamente la caseta provisional. “Esta garita provisional es cerrada para preservar la intimidad y se puede ver al familiar a través del cristal y comunicarse por teléfono con el interior, que también ha facilitado el Ayuntamiento. Entendemos que algunos familiares están lejos y no puede ser posible hacerlo de forma presencial, para eso también tenemos una tablet con la que pueden hacer videollamadas”, añade el alcalde.