La sequía acumulada que registra la provincia de Ciudad Real durante los últimos años y, en otros casos, la falta de regulación de los tramos de ríos que se encuentran aguas abajo de presas y embalses, dejan estos días imágenes de cauces secos en la provincia de Ciudad Real. El Bullaque y el Guadiana son dos ejemplos de ríos que en los últimos meses han visto cómo su cauce se ha ido progresivamente secando, a pesar de que las lluvias del mes de mayo parecían que podrían contribuir a mantenerlos con agua durante todo el verano.
En el caso de estos dos ríos, cuyos cauces están ligados al mantenimiento del caudal ecológico que se ha de regular desde la presa de Torre de Abraham, en las últimas semanas han sufrido un descenso importante de agua que los ha llevado a quedar completamente secos, con imágenes que algunos vecinos califican de "tristes y desoladoras". Vecinos de la cuenca del río Bullaque han recordado a Efe que este río, uno de los más largos y caudalosos de los que discurren por la provincia de Ciudad Real y que atraviesa parte del Parque Nacional de Cabañeros, este año, debido a la situación en la que se encuentra el pantano de Torre de Abraham, con menos de 22 hectómetros cúbicos de agua embalsada y tan sólo al 12 por ciento de su capacidad, no se ha visto beneficiado del caudal ecológico.
El Plan Hidrológico del Guadiana contempla en su planificación para este río un caudal ecológico que se fija en un desembalse de 0,56 m3 por segundo (lo que equivale al 8,76 por ciento de las aportaciones naturales que recibe). El objetivo del caudal ecológico es contribuir a alcanzar el buen estado o potencial ecológico del ríos y mantener, como mínimo, la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera.
La falta de agua, han advertido estos vecinos, ponen en riesgo la conservación de estos espacios naturales, que en los próximos meses pueden sufrir un gran deterioro ambiental.