A finales de la pasada semana les contábamos la detección de un brote de Covid-19 en un prostíbulo de Alcázar de San Juan donde hasta el momento se cuentan 12 casos positivos y cuatro más en seguimiento. Desde entonces, el equipo de rastreadores se puso manos a la obra para localizar a todas las personas que hubieran pasado por el local o hubiesen tenido relación con los afectados, en su mayoría trabajadoras del club, para atajar el brote. Sin embargo, una semana después no han logrado poner cara a ninguno de los clientes.
El Confidencial publica este jueves un reportaje desgranando muchos de los pormenores de este caso. "Para el rastreo, confiamos mucho en la gente. Si no proporcionan información, es prácticamente imposible hacer el rastreo", explican aseguran desde Sanidad, donde enfatizan que es un caso "muy sensible para la opinión pública".
Sin ningún tipo de registro de clientes, uno de los principales temores es que muchos de los clientes sean de localidades cercanas a Alcázar de San Juan, lo que podría ayudar a propagar el coronavirus en una de las zonas más golpeadas por la primera oleada.
Según explican en este medio, en Alcázar de San Juan hay un equipo de 27 enfermeras de Vigilancia Epidemiológica que están haciendo las labores de rastreo. "Nuestra labor consiste en la detección precoz y seguimiento de cualquier sospechoso o confirmado de covid y sus contactos", explica una de estas profesionales, aunque prefiere mantenerse en el anonimato. Están "colaborando estrechamente" con los epidemiólogos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) en Ciudad Real, donde cada vez tienen más trabajo. Si el pasado miércoles había dos brotes en Alcázar de San Juan —aún no se había detectado el del prostíbulo—,en una semana se han multiplicado hasta alcanzar los siete: cuatro de carácter familiar, uno laboral y otro en una residencia. El séptimo es el del burdel.
El presidente Emiliano García-Page también se refirió en su intervención de este lunes a este tipo de locales de los que dijo "nos tienen especialmente preocupados."
Desde IU CLM se ha pedido el cierre de todos estos locales en la región."Bajo el eufemismo de la ‘tercería locativa’, muchos locales pueden ser considerados de ocio nocturno, hoteles, bares de copas o salones de bailes, y dedicarse a la explotación sexual de las mujeres", denuncian en un comunicado en el que se preguntan "cuántos locales estarán en similares circunstancias que en el de Alcázar, cuántas mujeres prostituidas se ven obligadas a poner en riesgo su salud ycuántos positivos en Castilla-La Mancha proceden de puteros".