El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha alcanzado una superficie inundada de 120 hectáreas de terreno, después de que la Comisión Mixta de Gestión de Parques Nacionales de Castilla-La Mancha aprobará la puesta en marcha de la batería de pozos de bombeo para encharcar este espacio protegido.
La Comisión Mixta de Gestión de Parque Nacionales, forman el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) y la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta, tomó esta decisión a raíz la situación de sequía que presentaba este espacio natural, con tal solo 36 hectáreas encharcadas de un total de 1.700.
La falta de lluvias registrada en los últimos seis años, unida a la sobreexplotación por la agricultura del acuífero 23 que abarca 5.000 kilómetros cuadrados, y del que depende el humedal, había llevado a una situación crítica a este importante humedal, que es la única la única llanura de inundación de clima semiárido que sobrevive en Europa.
Según han informado a Efe fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, el bombeo se está desarrollando con normalidad, con un caudal de 1,018 metros cúbicos por segundo, por lo que desde el acuerdo de la Comisión Mixta de Gestión para el inicio de bombeo, que se adoptó el pasado 10 de octubre, se ha bombeado del orden de 1,85 hectómetros cúbicos.
Con esta cantidad de agua, a uno de noviembre se había logrado alcanzar una superficie encharcada de 120 hectáreas.
El acuerdo de la Comisión Mixta establece que el bombeo se realizará de forma adaptativa a las condiciones meteorológicas para garantizar una lámina de agua suficiente que favorezca la hibernada de las aves acuáticas del parque.
Las fuentes del Miteco han asegurado que se está llevando a cabo un continuo seguimiento de este proceso, para valorar en cada momento la situación.
A su vez, el director general del Medio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Desarrollo Sostenible, Félix Romero, aseguraba a Efe hace unas semanas que la decisión de bombear agua al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel "está justificada desde el punto de vista ecológico y biológico".
Así justificaba Romero el bombeo de agua, para hacer posible que el parque nacional siguiera cumpliendo con su función de humedal y pueda acoger durante este invierno las especies invernantes de aves que llegan a este espacio natural.
La decisión de poner en marcha estos bombeos se produjo el pasado mes de marzo después de que el Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel lanzara en su última reunión un "SOS" ante la situación de emergencia hídrica que vive uno de los espacios naturales más singulares de España.
la Comisión Mixta de Gestión determinó entonces que, inicialmente, el volumen a bombear sería el 50 por ciento del volumen anual disponible para este fin y que se eleva a 11,5 hectómetros cúbicos.
De este modo, 5,75 hectómetros cúbicos de agua se bombearían antes del comienzo del periodo seco, mientras que el resto, otros 5,75 hectómetros, se utilizarían en el inicio del otoño.
La primera fase del bombeo fue parada a finales del mes de abril cuando se habían bombeado tan sólo 3,5 hectómetros cúbicos de los 5,75 que estaban permitidos, lográndose entonces alcanzar una superficie inundada de 300 hectáreas.
El volumen total disponible de agua que se puede utilizar para inundar el parque nacional, se corresponde con los 2 hectómetros cúbicos procedentes de las adquisiciones de derechos de riego que tiene, a los que se unen los 10 hectómetros cúbicos contemplados en el Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadiana, previa autorización especial de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG).
A estas cantidades, se restan 0,5 hectómetros cúbicos que se usan de manera ordinaria en mantener encharcado el itinerario de la Isla del Pan.
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, situado en el centro de la Península Ibérica, en lo que se conoce como La Mancha Húmeda, es el último representante del ecosistema denominado tablas fluviales.