La concejal de Servicios Sociales de Daimiel, Alicia Loro, ha anunciado este miércoles los actos de conmemoración del Día de las Personas con Discapacidad, reducidos debido a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.
De esta manera, las actividades se limitan a la instalación durante la mañana del próximo viernes, 4 de diciembre, del árbol de Navidad situado en la Plaza de San Pedro, elaborado con botellas de plástico. En esta ocasión, en lugar de los colegios, han sido los talleres ocupacionales del Centro de Mayores los que se han ocupado de confeccionar las flores. También allí se dará lectura al decálogo que recoge las premisas y derechos reconocidos por la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, con la participación de los usuarios del Centro Ocupacional Azuer, que también participará el jueves en el tradicional pleno que la Diputación Provincial organiza en esta efeméride.
A pesar del paréntesis que representa este año en programación habitual, Loro, ha insistido en la importancia de “reivindicar y sensibilizar a la sociedad, especialmente a los más jóvenes, en la igualdad, respeto y tolerancia”.
Otra de las actividades que se ha mantenido, aunque con cambios, es la tradicional exposición y venta de artículos realizados en los talleres del centro. Su directora, Ángela Doménech, ha anunciado que, en lugar de mostrar los productos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Daimiel, se ha realizado un catálogo en papel que se repartirá esta semana en todos los centros municipales, con todos los productos disponibles y sus precios. También se colgará de forma digital en www.daimiel.es. Si se desea adquirir algún artículo, basta con llamar por teléfono al centro, reservarlo y establecer una cita para recogerlo.
En este sentido, Doménech ha recordado que “a pesar de las restricciones sanitarias, los talleres siguen activos, trabajando desde casa” en la elaboraciónde estos artículos artesanales que se ponen a la venta cada mes de diciembre, pensando en los regalos de Navidad.
Poco antes, Domenech ha destacado en Radio Daimiel que la alternativa adoptada para mantener la venta de los productos de los talleres ocupacionales es otro ejemplo más de la reinvención a la que les ha obligado la pandemia. Los profesionales han tenido que enfocar su trabajo desde una perspectiva diferente. Hasta este año, todo se canalizaba en el centro. Ahora con sus puertas cerradas, “el trabajo sale desde dentro hacía afuera”, ha puntualizado. Así, el contacto con los usuarios se mantiene telemáticamente, por teléfono o llevándole hasta sus casas el material para elaborar los productos artesanales.
Un trabajo que en las últimas semanas también se está desarrollando de manera presencial en diferentes centros municipales, como la Biblioteca Municipal, el Centro Motilla y el Museo Comarcal, cuya colaboración ha agradecido “enormemente” Domenech.
Sin embargo, la directora del Centro Azuer reconocía, que tanto los usuarios como los profesionales, están deseando volver a encontrarse en sus instalaciones. Una decisión que “depende de Sanidad” y que se tratará en una reunión la próxima semana. Ángela Domenech ha avanzado que se va a plantear la posibilidad de un regreso gradual. “El centro está preparado con todas las medidas, y si no puede ser con todos a la vez y en horario completo, al menos en un horario reducido pero que nos permita trabajar aquí”, señalaba.
Para eso también hay preparado “un plan de desescalada” donde se contempla las consecuencias que supone para los usuarios el cierre del centro. “Lo están pasando mal, también sus familias. Ellos están acostumbrados a estar activos, a relacionarse, y ahora en casa es más difícil. Además, se ha producido un deterioro cognitivo que va costar recuperar”.
Por estas razones, Ángela Domenech espera que este reencuentro “sea lo más pronto posible”.