La Guardia Civil ha detenido a una mujer en Argamasilla de Alba (Ciudad Real) como supuesta autora de los delitos de usurpación de estado civil, hurto y estafas que ascendieron a más de 22.000 euros.
Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado de prensa, a comienzos del pasado mes de diciembre de 2020 se presentó denuncia en el Puesto de la Guardia Civil de Argamasilla de Alba sobre la suplantación de identidad de una persona para la obtención de una tarjeta de crédito.
Por estos hechos se inició una investigación durante la cual se pudo comprobar que los mismos hechos se habían repetido a un total de 30 personas de la misma localidad, de las cuales 15 habían sufrido un perjuicio patrimonial mediante estafa y otra de ellas, además, había sido víctima del hurto de una tarjeta de crédito.
Una vez que los investigadores de la Guardia Civil obtuvieron las pruebas necesarias se procedió a la detención de una persona de 29 años de edad y vecina de Argamasilla de Alba, como supuesta autora de un total de 30 delitos de usurpación de estado civil, 1 delito de hurto de una tarjeta de crédito y 15 delitos de estafa, ascendiendo las misma a 22.553 euros.
Según los agentes, la presunta autora de los hechos gozaba de un cierto prestigio en la localidad y se aprovechaba de la confianza que los vecinos depositaban en ella.
Para ello contactaba con los vecinos de la localidad para tener acceso a su DNI asegurándoles que gracias a sus contactos y esfera de poder podía conseguir un incremento de la pensión de las personas mayores de hasta 100 euros.
También ofrecía lotes de productos escolares de forma gratuita tras realizar supuestas encuestas a esas personas en cuyo contexto accedía a los datos de carácter personal.
En otras ocasiones decía que estaba realizando cursos en la Universidad y necesitaba realizar diversas encuestas a mamás primerizas ofreciendo cheques de ropa a personas con pocos recursos, los cuales obtenía tras realizar cursos de formación en la universidad.
Ofrecía rebajas en las factura de la luz, prometía la obtención de teléfonos móviles y rebajas en determinadas facturas o tratamientos de adelgazamiento más baratos en cadenas de dietética.
A las víctimas de más edad les decía que si recibían en su domicilio alguna correspondencia de entidades comerciales o bancarias, se la hiciesen llegar sin abrirla, que ya ella se encargaría de solucionar cualquier problema relacionado con estas entidades.
En un caso llegó a hurtar una tarjeta de crédito a una de sus víctimas para obtención de dinero.