Aguas de Alcázar reparó el miércoles una avería en la tubería general que abastece al depósito de San Isidro. La rotura se produjo a las 13:32 h a la altura de la calle Juan Genovés y que gracias al sistema de alarmas y telecontrol instalados, de manera inmediata se tuvo conocimiento de la misma, tiempo crucial para poder reparar en el menor tiempo posible y que la población no vea afectado el suministro de agua potable.
Y es que la tecnología, como en otras ocasiones, ha jugado un papel fundamental. Una vez que salta la alarma de avería, las bombas del rebombeo se paran para evitar impulsar agua a la zona de la avería y se embalse, impidiendo y retrasando los trabajos de reparación. Es una alarma que está programada para que cuando haya un exceso de consumo eléctrico en los variadores de frecuencia (fruto de un aumento de consumo eléctrico por la avería en una de las bombas o como es el caso, por avería en la conducción) se detenga inmediatamente el bombeo con seguridad, gracias a las mejoras introducidas como son la válvula anticipadora de onda, las ventosas anti golpe de ariete, y las válvulas non slam.
Tras la valoración inicial de la avería, se determinó que si no había complicaciones excepcionales las tareas de reparación podían acometerse con garantías de abastecimiento a la población, gracias a las reservas existentes en el depósito. Los trabajos se desarrollaron con normalidad, primero acotando el tramo de tubería afectado mediante el cierre de válvulas, segundo excavando la zona con la maquinaria adecuada, para finalmente sustituir el tramo de tubería general averiado de fibrocemento por uno nuevo de fundición dúctil. Mientras, desde el depósito de San Isidro se continuaba abasteciendo al municipio con normalidad gracias a las reservas existentes.
Los trabajos de reparación finalizaron a las 18:00 h, tras menos de cinco horas desde que se localizó la avería. En ese momento comenzó la apertura de las válvulas para restituir el paso del agua hasta el depósito de San Isidro.
Para las tareas de reparación, Aguas de Alcázar contó con dos máquinas mixtas y diez profesionales, además de todos los medios materiales necesarios.