La tormenta que descargó este martes un intenso pedrisco en la provincia de Ciudad Real ha causado numerosos daños en los cultivos, principalmente de olivar, viñedo y almendro y ha causado la muerte de algunas gallinas en Malagón. Así lo ha asegurado el secretario provincial de Asaja, Florencio Rodríguez, que ha detallado que los municipios más afectados son, además de Malagón, Almagro, Carrión de Calatrava y los de la Comarca de Campo de Montiel, como Terrinches, Villahermosa, Puebla del Príncipe, Fuenllana, Santa Cruz de los Cáñamos y Montiel.
En todas estas poblaciones, el granizo ha sido muy virulento y ha arrasado, en algunos casos, parcelas completas de olivar, viña y cultivos leñosos como el almendro y el pistacho, además de plantaciones hortícolas.
Rodríguez ha puesto como ejemplo para ilustrar la fuerza con la que cayó el granizo la aparición, esta mañana de gallinas muertas, en algunas fincas de Malagón. De momento, la organización agraria está recabando información para poder hacer una valoración inicial de los daños, que están poniendo en grave riesgo a la economía del agricultor, mucho de ellos inmersos en la recolección de la uva.
Olivares afectados
Por su parte, la alcaldesa de Terrinches, Ana Isabel García, ha señalado en este término municipal hay “una gran extensión de olivar con más de la mitad de su aceituna en el suelo debido al pedrisco que cayó durante minutos con intensidad en los alrededores de la población”.
El Ayuntamiento terrinchoso se ha puesto en contacto con la delegación provincial de Agricultura para hacer una estimación de los daños registrados en las explotaciones agrarias, además de valorar los producidos en el casco urbano, que, en principio, parecen mínimos.
De momento, los agricultores están estimando los daños en sus plantaciones y no se conocerá la superficie afectada ni el alcance de los mismos hasta dentro de unos días, ha indicado Ana Isabel García. Además, ha recordado que la alerta amarilla por riesgo de tormentas se prolongará hasta este jueves, por lo que habrá que estar en guardia y confiar en que no se vean más afectados los cultivos.