La Dirección General de Economía Circular ha publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha de este miércoles la resolución de 13 de septiembre de 2021 por la que formula la declaración de impacto ambiental positiva de la planta de purificación de silicio que construye Ferrosolar en el polígono industrial de La Nava de Puertollano (Ciudad Real).
El gigante mundial Ferroglobe planea en la Ciudad Minera este proyecto de producción de silicio de calidad solar para placas fotovoltaicas que ha visto ralentizado su desarrollo desde 2018. Recientemente se ha finalizado la gran estructura que alberga la fábrica, una nave de 13.000 metros cuadrados en las antiguas instalaciones de Silicio Solar, parte de las cuales serán aprovechadas.
El proyecto incluye asimismo un pequeño almacén enfrente del edificio principal y el aprovechamiento de una nave contigua que albergará el tratamiento de recuperación de escorias, los circuitos de impulsión y seis torres de refrigeración de las antiguas instalaciones. El edificio existente que alberga las instalaciones de tratamiento de aguas se utilizará parcialmente.
Resolución
Según consta en la resolución de la Consejería de Desarrollo Sostenible, el objeto del proyecto es la obtención de silicio de grado solar a partir de silicio de grado metalúrgico. El régimen de producción de la planta será de 24 horas al día durante 350 días al año con una capacidad máxima de 3.300 toneladas al año de silicio metalúrgico.
El documento detalla asimismo el proceso productivo, que se divide en varias etapas, entre ellas la recepción de material y almacenaje, machaqueo que permite la reducción de la granulometría del material entrante y la fase de deboración para eliminar el boro presente en el silicio de entrada, que tiene lugar en 20 hornos eléctricos de inducción electromagnética.
Por otra parte, un proceso de defosforación se realizará en ocho hornos de calentamiento por resistencia al vacío. Finalmente, se procederá a un mecanizado mediante desbarbado y corte con útiles de diamante para la obtención de briquetas de silicio finales, que serán remitidas a un segundo baño químico.
Tras analizar el expediente de evaluación de impacto ambiental, la Consejería concluye que considera viable el proyecto, siempre que se realice conforme al estudio presentado y a las prescripciones incluidas en esta resolución.