Pascual Durán Lorente, jefe de la Estación Meteorológica Aeronáutica (EMAe) del Aeropuerto Internacional de Ciudad Real; Eduardo Portero Barbero, jefe del Observatorio de Ciudad Real, y Enrique Luengo Nicolau, observador de la Aemet en Ciudad Real, dicen adiós tras años de servicio en el Observatorio de Ciudad Real.
En declaraciones a Efe, los tres han reconocido que el trabajo en todos estos años ha sido especialmente gratificante puesto que la información meteorológica se ha convertido en un servicio público muy apreciado y considerado por la sociedad.
"La sociedad, de unos años aquí, está siempre pendiente de la meteorología para las actividades diarias, hasta tal punto que es imprescindible cuando llegan eventos importantes como fiestas, vacaciones o celebraciones especiales", han relatado.
Pero, la meteorología tiene aún una implicación mucho más amplia en otros ámbitos de la actividad económica, como la agricultura, la ganadería, el tráfico o el transporte, entre otros muchos.
Importante trabajo
Y han recordado como su trabajo ha sido importante en estos años para, por ejemplo, cuando los circos llegaban a la ciudad a actuar y estos se interesaban en conocer algunos valores meteorológicos como la presión atmosférica que se podría registrar esos días, porque, "en función de este dato, sacaban o no a los leones a actuar en la pista, ya que este valor podría afectar a la conducta de las fieras".
Los datos meteorológicos recabados durante todos estos años en el Observatorio de Ciudad Real también han sido fundamentales para la implantación de nuevos cultivos en la región.
Y han recordado cómo un estudio que tenían de temperaturas de suelo resultó fundamental para la implantación del cultivo del pistacho en Castilla-La Mancha, que en la actualidad es ya un cultivo emergente.
Pero la labor primordial del Observatorio de Ciudad Real, han coincidido en asegurar los tres meteorólogos, es el haber logrado registrar unas climatológicas excepcionales con la toma de datos que se lleva realizando desde el año 1866, y que tras implementarse nuevas medidas en el año 1904, se pueden considerar continuados desde entonces, salvo algunas lagunas que coincidieron con la Guerra Civil.
De las más antiguas de España
La de Ciudad Real, han destacado, es una de las estaciones meteorológicas más antiguas de España, creada con otras 22 estaciones cuando sólo existían Retiro (Madrid) y San Fernando (Cádiz).
Aunque inicialmente se dotó de pocos medios, para la toma de temperatura y algunas pluviometrías, poco a poco fue implementando con la toma de nuevas medidas y registros que, ahora, permiten contar con series climatológicas de 155 años.
Esto convierte a este observatorio en uno de los pocos que cuenta con las series más antiguas en España, algo que corre el riesgo de perderse si no se dota le dota de personal y se fía todo a la toma de datos automática.
Para los tres meteorólogos, la toma de datos de forma automática, si no se garantiza que este servicio funcione correctamente, provocaría que se deje de contar con datos 'minutales' tal y como se ha venido sucediendo hasta ahora, y que es lo que le ha dado un valor añadido a su trabajo durante estos años.
Los tres observadores, que han reconocido que se despiden de su trabajo con cierta tristeza pero con el convencimiento de haber "servido a la sociedad", confían en que la Aemet saque a concurso público estas plazas y vuelva a contar con personal propio en el Observatorio de Ciudad Real, porque en su opinión, es "imprescindible que se siga prestando un servicio público de calidad".