El aumento de los contagios motivados por la variante del coronavirus ómicron ha llevado al Ayuntamiento de El Robledo (Ciudad Real) a cancelar las actividades del Día del Río 2021 que incluye un baño en las aguas del río Bullaque con el que los vecinos de esta comarca despiden el año.
La alcaldesa de El Robledo, Elena Tamurejo, ha explicado, este jueves, que debido a la situación sanitaria actual, con el incremento de casos diagnosticados positivos por coronavirus en la localidad y viendo la rápida evolución de casos en todas las poblaciones, se ha tomado la decisión de suspender todas las actividades organizadas por el Ayuntamiento para este día.
La intención con esta medida, ha dicho, "es evitar aglomeraciones que pongan en riesgo nuestra salud y la de nuestros familiares".
La edil ha señalado que lamentan tomar esta decisión, pero se adopta al igual que el año pasado, con el deseo de que el año 2022 sea posible una celebración multitudinaria y que el río Bullaque se encuentre en mejores condiciones para poder darse un buen baño.
Tradición desde 1995
Los vecinos de los municipios del Valle del Bullaque venían bañándose desde 1995 en este río, cuando lo hicieron por primera vez, para celebrar que el cauce del Bullaque, que había quedado seco tras la importante sequía de los años 90, volvía a llevar agua.
El baño en el río Bullaque el día de San Silvestre se ha convertido desde entonces en un evento festivo que un año más ha querido mantener su carácter reivindicativo al exigir a las distintas administraciones públicas que apuesten por la conservación y protección como espacio natural.
El río Bullaque, considerado Lugar de Interés Comunitario e incluido en la Red Natura 2000 y en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha, y que forma parte también el Parque Nacional de Cabañeros, es una de las principales señas de identidad de los vecinos de esta comarca que ancestralmente han estado ligados a su cauce.
Segunda cancelación
El baño en el río se ha convertido también en estas dos décadas en una gran fiesta popular que reúne a numerosos curiosos que acuden a ver cómo los más atrevidos remojan sus cuerpos en sus gélidas aguas. La falta de agua y las limitaciones que ya impuso la pandemia el año pasado impidieron también a estas personas bañarse y juntarse, lo que los llevó a protagonizar entonces un baño virtual que recogieron a través de las redes sociales.
Este año, ha reconocido la alcaldesa, "todo estaba preparado para el baño, pero la alta incidencia de la pandemia aconsejaba tomar la medida más sensata, ante la gran afluencia de gente que cada año convoca esta ya tradicional zambullida en el río Bullaque".