Tras brillar en el duelo final Guillem se proclamaba ganador de “MasterChef Junior 9” en una final determinada por la cocina de vanguardia y tradicional con la presencia del reconocido cocinero, Eneko Atxa. Un programa marcado por la decisión de la productora de eliminar las escenas en las que aparecía Verónica Forqué.
El pequeño de 12 años, que se hacía con una beca de 12.000 euros para continuar su formación y un curso de cocina de cuatro días en el prestigioso Basque Culinary Center, se llevaba el título tras lucirse en una final más seria y formal que los programas anteriores de esta novena y corta edición.
La cadena de televisión pública decidió poco tiempo después eliminar la aparición de las imágenes grabadas de Forqué como invitada en “MasterChef Junior” y en “Maestros de la Costura” tras su reciente fallecimiento.
En esta novena edición, la productora también decidió volver a la tónica de sus programas iniciales ya que, en vez de tener seis programas como era habitual, se han reducido a cuatro coincidiendo con el final de las vacaciones de Navidad.
Un viaje por la historia
La noche comenzaba viajando al Antiguo Egipto, en cuyo escaparate se escondían los ingredientes que ya se utilizaban en la época de los faraones y que los cuatro finalistas integrarían en sus platos durante el cocinado. En la primera prueba, los cuatro finalistas, Olivia, Carla, Guillem y Ariel, tenían que “Seguir al Chef” para reproducir un postre del chef Martín Berasategui (tres soles Repsol y doce Estrellas Michelín), cocinando al mismo ritmo que él.
La primera prueba, marcada por las grandes actuaciones de Guillem y Carla, y con Olivia y Ariel totalmente perdidas, terminaba con el catalán logrando la primera chaquetilla de la noche. Como resultado de su gran destreza y los halagos del jurado y de Berasategui, Guillem con su plato “Gracias a Berasategui”, lograba el pase directo al duelo final.
“No he visto nada parecido a un chaval tan joven y dar en la diana tan bien como lo has hecho tú”, valoraba el multiestrellado cocinero vasco sobre el aspirante catalán.
“Has trabajado como había que trabajar, has ayudado a tus compañeros como debe ser. En ti ya veo un auténtico cocinero”, le decía Jordi, opinión que compartía el resto del jurado, “es un plato de una persona mayor”, apostillaba Samantha, antes de colocarle la chaquetilla de duelista, una victoria que dedicaba a toda su familia.
Batalla por la última chaquetilla
Mientras Guillem tenía tiempo para mentalizarse de cara al duelo final, las chicas aspirantes se enfrentaban a una nueva y exigente prueba de exteriores que se llevó a cabo en el restaurante Compartir en Cadaqués (Gerona), basándose en un menú diseñado por el trío de cocineros Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, propietarios de este restaurante y del Disfrutar en Barcelona.
Cada concursante prepararía dos platos que, posteriormente, degustarían once de los concursantes de la última edición de “MasterChef Celebrity”.
Carla, por ser la segunda clasificada de la prueba anterior, fue la primera en elegir platos decantándose por sardinas marinadas con frambuesa, remolacha y pistacho; y salmonete con puré de suquet.
Por su parte, Ariel eligió el plato entrante, una ensalada de envidias con queso gorgonzola y un cuarto plato compuesto de navajas con vinagreta de hongos y piñones.
Finalmente, Olivia llevó a cabo, por un lado, el buey de mar con aguacate y huevas de trucha, y, por otro, el postre, plátano con yogur y galleta de cacao.
Tras 180 minutos de prueba y los consejos de los cocineros, el jurado proclamaba a Carla como segunda duelista de la noche. “No solo has reproducido fielmente los platos, sino que además has sido capaz de hacerlo tan rápido que has podido ayudar a tus amigos. Enhorabuena trabajas como una persona mayor”, reconocía Pepe a la ciudarrealeña.
Guillem y Carla en el duelo final
En la tercera y última prueba del programa la tensión crecía y los nervios inundaban las cocinas de "MasterChef". Unas cocinas que se llenaban de aplausos y vítores por parte de todos los participantes de la edición, así como de las familias de las dos finalistas para animar a las duelistas.
Tras 120 minutos de máxima concentración, Guillem presentaba un menú inspirado en su tierra, Cataluña mientras que Carla lo hacía en homenaje a la Mancha, sobre todo a su pueblo, Carrizosa (Ciudad Real).
Tras los halagos del jurado y de Eneko Atxa, y arropados por sus compañeros de edición y familiares era Pepe, como manda la tradición, el encargado de pronunciar el nombre del ganador: “¡Guillem!”.
Carla rinde homenaje a su pueblo manchego y a su familia
Carla optó por un menú de su tierra, con su pueblo Carrizosa muy presente. Arrancó con un entrante de nivel: ensalada de perdiz escabechada con espuma de vinagre balsámico, llamado “El perdiguero”, en honor a su padre. “Parece sencillo, pero no lo es. Tiene mucho mérito, está muy rico y te representa”, aseguró Jordi Cruz.
En el principal, la joven aspirante trabajó en un arroz meloso de verduras con pulpo, mayonesa de lima y crujiente de cerveza que estaba inspirado en sus vacaciones en Benidorm junto a su familia. Samantha Vallejo-Nágera destacó la parte artística del plato: “La estética es perfecta”. Carla cerró su menú con un árbol con ganache de amaretto, crema de cerezas, chocolate crujiente y algodón de azúcar. Toda una obra de arte.
Carrizosa, según ha informado el Ayuntamiento medianteuna nota de prensa, estuvo animándola en todo momento durante la emisión de la final y el día anterior, noche de Reyes, los Magos de Oriente "le entregaron en su pueblo dos regalos por sorpresa en la plaza Mayor de la localidad, deseándole en ese acto también el alcalde, Pedro Antonio Palomo, mucha suerte en el programa final". "Para nosotros ya eres campeona, porque estás dejando el listón muy alto", le dijo a una agradecida Carla.