La planta de hidrógeno verde inaugurada este viernes por el rey Felipe VI en la localidad de Puertollano (Ciudad Real) es la mayor construida en Europa para la generación de esta nueva fuente energética con fines industriales, en la que se han invertido unos 150 millones de euros.
El hidrógeno verde producido en Puertollano se va a emplear en la fábrica que Fertiberia tiene en el mismo complejo, lo que la convierte en la primera compañía europea del sector del fertilizante en desarrollar amoniaco verde a gran escala con la nueva técnica, con una reducción del diez por ciento del gas que venía empleando.
Con una capacidad de producción al año de 3.000 toneladas de hidrógeno (H2) completamente verde, la nueva instalación prevé evitar la emisión de hasta 48.000 toneladas de CO2 al año gracias a la utilización de fuentes renovables, según datos de Iberdrola.
La compañía eléctrica ha levantado en el complejo una planta solar fotovoltaica de 100 MW, la primera en España con placas de dos caras, para generar la electricidad necesaria en la producción del hidrógeno, que llega directamente al electrolizador mediante una línea subterránea.
La planta solar, dotada con baterías de ion-litio con una capacidad de 20 MWh para su almacenaje, va a tener una producción anual de unos 156.000 MWh, lo que se va a traducir en 30.000 toneladas de CO2 menos al año.
40.000 toneladas de hidrógeno verde
El proyecto de Puertollano es el primero que Iberdrola y Fertiberia ponen en marcha con la meta de generar 40.000 toneladas de hidrógeno verde hasta 2027, el 20 por ciento del objetivo marcado en España, con una inversión de 1.800 millones de euros.
El hidrógeno verde está considerado una de las principales nuevas fuentes de energía renovable para avanzar en la descarbonización de la industria al no emitir gases contaminantes en todo su proceso de generación.
Las fábricas de fertilizantes donde se produce amoniaco o las petroquímicas para refinar el petróleo no pueden depender sólo de la electricidad para su funcionamiento, por lo que el H2 pretende ser una vía para aumentar el peso de las energías limpias en su cadena de producción. Otra de sus ventajas es que es almacenable, también a largo plazo y en grandes cantidades, al conservarse tanto en gas como en líquido.
En el caso de la planta inaugurada este viernes por Felipe VI cuenta con once tanques, con un volumen de 133 metros cúbicos cada uno, para almacenar 6.000 kilos de H2 verde. Con una altura de 23,5 metros y un diámetro de 2,8 metros, los depósitos están hechos con un acero especial de un grosor de 4,5 centímetros para contener el la partícula verde.
Para fabricar H2 sin contaminar y que sea empleado como combustible, se recurre a un proceso químico conocido como electrólisis, que separa el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua con electricidad renovable en vez de mediante combustibles fósiles.
El hidrógeno verde facilita también su transporte, al poder mezclarse con el gas natural hasta en un 20 por ciento y distribuirse por la red de gasoductos existente.
Otro factor que ha acrecentado el interés por el H2 es su versatilidad, al poder transformarse en electricidad o en combustibles sintéticos y emplearse con fines domésticos, comerciales, industriales o de movilidad.
Coste de producción
El principal obstáculo hoy en día es el coste de su producción, por lo que la UE está destinando una parte de sus fondos de reconstrucción a proyectos energéticos dirigidos a esta nueva fuente energética, que incluyen la fabricación de electrolizadores más competitivos o la instalación de estaciones de servicio (hidrogeneras) para el transporte por carretera.
España prevé aportar el 10 por ciento del hidrógeno verde que se genere en Europa en el año 2030 y para ello invertirá el 40 por ciento de los fondos de recuperación europeos que lleguen al país a esta materia, según aseguró la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, el pasado 22 de abril en su visita a Puertollano.
En el caso de Iberdrola, cuenta en la actualidad con más de 60 proyectos en ocho países, entre ellos, Estados Unidos, Reino Unido y Brasil, además de España.
La intención de la compañía que dirige Ignacio Sánchez Galán es invertir 9.000 millones de euros hasta 2030, según la compañía.