La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a dos años de cárcel a dos hermanos que en 2019 agredieron a dos médicos que se encontraban prestando trabajando en el servicio de Urgencias del Hospital de Tomelloso (Ciudad Real). Según la sentencia, hecha pública este martes, los condenados han sido considerados culpables de un delito de atentado contra funcionarios públicos sanitarios y se les impone a ambos la pena de dos años de cárcel y la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de las víctimas durante 5 años y de comunicación con ellos por cualquier medio durante el mismo periodo.
Como responsabilidad civil deberán indemnizar, conjunta y solidariamente, a uno de los facultativos médicos con la cantidad de 8.279 euros y al otro con 2.350 euros. La sentencia considera probado que en la mañana del día 12 de abril de 2019, uno de los acusados acudió, acompañado de su hermano, al Servicio de Urgencias del Hospital de Tomelloso con dolor en el hombro por la caída de una bicicleta.
Tras ser asignado al médico que se encontraba de guardia fue atendido en el traje de enfermería, donde se solicitó una radiografía antes de pasar al médico, pero una vez practicada la prueba fueron acompañados por un celador a una sala de espera distinta a la del médico que le correspondía.
Pasado un tiempo sin ser atendidos y ante el ruido, gritos y comentarios que escuchó la doctora de guardia que estaba en esa sala salió a ver qué pasaba pues en su listado no tenía pacientes que atender.
Tras comprobar que se había producido un error pues no era un paciente suyo sino de su compañero le dijo que fueran a otra sala de espera y los acompañó, pero en el trayecto los hermanos mostraron sus quejas con expresiones como "qué hospital de mierda es éste" o "uno se muere de dolor y se equivocan", entre otras expresiones. Al llegar a la consulta que les correspondía, la doctora entró y les indicó que esperaran mientras el facultativo de esa sala terminaba de redactar un informe.
Gritos, voces e insultos
Entretanto, los hermanos siguieron profirieron gritos, voces e insultos cada vez más altos a la vez que llamaban a la puerta hasta que el médico terminó el informe y llamó al acusado atenderlo.
Cuando los hermanos entraron en la consulta el médico los que recriminó por los insultos tras lo cual uno de ellos le escupió en la cara y el otro se abalanzo sobre el médico para cogerle del cuello mientras que el otro hermano le golpeó en el hombro y le hizo una zancadilla para que cayera al suelo. El médico recibió patadas en las piernas, el abdomen y la zona lumbar, mientras que la doctora comenzó a gritar y a pedir ayuda, tratando de apartar a los hermanos de su compañero.
Alertados por el ruido y los gritos de la doctora se personó allí diverso personal sanitario, entre ellos la auxiliar de enfermería que casualmente había pasado a saludar a sus compañeros, tratando de evitar que continuase la agresión hasta que finalmente llegaron los vigilantes de seguridad, quienes pusieron fin a la agresión.
El médico agredido sufrió distintas lesiones, mientras que su compañera también tuvo que ser atendida de otras lesiones menores y recibir asistencia por su estado de ansiedad.