El juicio al acusado de asesinar a su pareja, cuyos restos aparecieron en septiembre de 2020 en bolsas de plástico en Santander, se celebrará el próximo otoño en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
La vista arrancará el 28 de octubre con la designación de los miembros del tribunal del jurado, y continuará en noviembre --los días 7, 8, 9, 10, 11, 14, 15, 16, 17, 18 y 21 y los que sean necesarios para concluir la vista--, según han trasladado fuentes personadas a Europa Press.
La Fiscalía de Ciudad Real, donde residía la víctima Nancy Reyes, natural de Guatelama y de 28 años en el momento de su desaparición, pide más de 33 años de cárcel al procesado, colombiano que entonces tenía la misma edad, por un delito de asesinato -por el que reclama el grueso de la pena: 25 años de prisión-; otro de aborto -la joven estaba embarazada en el momento de los hechos, y el ministerio público solicita por ello ocho años más-; y un tercero de profanación de cadáveres, por el que interesa cinco meses de encarcelamiento, según el escrito de acusación provisional.
El hallazgo de los restos humanos, desmembrados y en avanzado estado de composición, se produjo en la zona de la Peña del Cuervo de Santander el día 17 de septiembre 2020, en el marco de una investigación de la Policía Nacional que arrancó el 26 de agosto al recibirse una denuncia de los hermanos de la chica en la Comisaría de Ciudad Real.
Entonces, los familiares apuntaban ya como sospechoso a su pareja, que contaba con antecedentes por violencia de género y otros delitos. Según esa denuncia, ambos residían en la citada provincia de Castilla-La Mancha, si bien podrían encontrarse en Santander, localidad a la que se habrían desplazado para pasar unos días.
Las pesquisas determinaron que la pareja había alquilado un piso en una zona próxima a las Estaciones, en el centro de la ciudad y muy cerca de donde se encontraron los restos. A ella se le perdió la pista el 20 de agosto, mientras que él había sido visto solo por varios testigos en días posteriores.
En la inspección ocular del domicilio donde había convivido la pareja en la capital cántabra -y en la que ya no residía el hombre- la Policía halló diversos vestigios -abundantes restos de sangre- que apuntaban a la posibilidad de comisión de un hecho violento.
Ante las evidencias de que el escenario del fatal desenlace era el piso de Santander, donde se habría producido la agresión, se inició la búsqueda del cuerpo rastreando distintos lugares, como el sistema de residuos urbanos, el mar y distintos parajes de la ciudad. Finalmente, los restos fueron hallados en el interior de bolsas en una zona de vegetación en las inmediaciones de la vivienda.
El sospechoso fue detenido por un presunto delito de violencia de género el 27 de agosto en Madrid, en la Comisaría de Distrito Centro a la que acudió a interponer una denuncia por la desaparición de la joven. Tras pasar a disposición judicial fue enviado a la prisión de Soto del Real.