Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones a dos proyectos de cebadero de ganado porcino en intensivo que se ubicarían en el término municipal de El Robledo y que podría afectar al río Bullaque, uno de los últimos ríos vivos de la provincia de Ciudad Real. En nota de prensa, la organización conservacionista ha advertido de que estos dos proyectos son, en realidad, solo uno, alertando de que el promotor los ha presentado por separado para "tratar de eludir la normativa relacionada con la moratoria a la instalación de macrogranjas establecida por el Gobierno de Castilla-La Mancha", algo que justificaría la decisión del Gobierno de la región de no tramitar dichos proyectos, en su opinión.
Los documentos presentados a exposición pública para consultas previas muestran que los dos proyectos son idénticos, con 1.990 cerdos cada uno e instalaciones en dos parcelas diferentes dentro de una misma linde de parcelas del mismo propietario, pero sin cumplir la distancia mínima de un kilómetro de separación y sin hacer alusión al otro proyecto, que duplicaría los efectos negativos de contaminación de las aguas, tierras y aire.
Esto se realiza durante la moratoria para las macrogranjas establecida por la Ley 1/2022 de Castilla-La Mancha, de 14 de enero, que trata de mejorar la gestión ambiental de las macrogranjas implantando las mejores técnicas disponibles en el sector.
Valor ecológico
El lugar seleccionado está cercano al río Bullaque, protegido como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para la Aves (ZEPA), por sus reconocidos valores ecológicos, y amenazado en los últimos años por las fuertes sequías que está sufriendo.
La dispersión de los purines de estas macrogranjas a lo largo de varios cientos de hectáreas supondrá un riesgo de contaminación del río Bullaque y de los pozos de la zona y graves molestias para el turismo y los habitantes de los núcleos de la zona por los malos olores generados, ha explicado Ecologistas.
Desde el punto de vista medioambiental, por la disminución de calidad de vida de las personas y el aumento del riesgo de zoonosis y epidemias, "se debería impedir la instalación de este tipo de ganadería industrial".
La organización ecologista ha señalado que aparte de negar los impactos ambientales, los promotores no presentan los permisos de cambio y aumento de gasto de agua concedido por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, ni tampoco el cambio de secano a regadío del suelo de las parcelas donde se van a ubicar las olivas que servirán de filtro para los malos olores, entre otras cuestiones.
Ecologistas en Acción, por todo ello, solicita el cumplimiento de la ley con la denegación y archivo de estos dos proyectos y su sustitución por otros de ganadería ecológica y extensiva.