El nuevo alcalde de Malagón (Ciudad Real), Luis Carlos Segura, ha renunciado al sueldo de primer edil para "hacer frente a la grave situación económica que el Partido Popular dejó en el Ayuntamiento de la localidad tras sus doce años al frente del gobierno municipal". Según ha señalado el Consistorio malagonero en una nota de prensa, esta renuncia permitirá a todos sus vecinos ahorrar más de 45.000 euros anuales.
Una decisión que llega después de que días atrás la institución municipal pusiera de manifiesto, según un informe de la interventora municipal, "la complicada situación económico-financiera" que dejó el anterior equipo de Gobierno, algo que pone en riesgo ahora "la estabilidad financiera del Consistorio". El informe revelaba que la deuda total del Ayuntamiento asciende a 3.858.837 euros, superando ampliamente la capacidad presupuestaria del municipio. Además, la deuda a proveedores alcanza la cifra de 776.601 euros, “lo que dificulta aún más la situación económica actual”, lamentaba el alcalde.
La renuncia del regidor al sueldo integro de su cargo ha sido ratificada durante un pleno extraordinario en el que también se han establecido dos liberaciones, de 27.300 euros brutos anuales, para dos concejales del nuevo equipo de Gobierno.
De la misma manera, se ha establecido la celebración de seis plenos ordinarios anuales, lo que permitirá un ahorro de 4.400 euros al año. Además, los concejales de la Corporación tan solo podrán recibir retribución por los primeros cinco plenos extraordinarios que se celebren, lo que también permitirá, según el Consistorio, "un ahorro considerable".
Asimismo, tanto el alcalde como su equipo dejarán de percibir indemnizaciones por asistencias a las mesas de los órganos colegiados externos (100€), algo que el anterior equipo de Gobierno sí hacía.
El nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Malagón, conformado por 'Somos Malagón' y PSOE, ha lamentado la actitud "arrogante y prepotente" del Partido Popular durante la celebración de la sesión plenaria, debido a su "falta absoluta de autocrítica" y por su "escasez de responsabilidad institucional ante la ruina económica que ellos mismos provocaron".