Desprendimientos y humedades obligan a cerrar los dos refugios antiaéreos de uso turístico en Cuenca
Los dos refugios antiaéreos de la ciudad de Cuenca, recuperados para ser visitables, permanecen cerrados por peligro de desprendimientos y humedades. Así lo han indicado este jueves a Efe fuentes del Ayuntamiento de Cuenca, que han explicado que el túnel de la calle Alfonso VIII, en el casco antiguo, está cerrado desde febrero por varios desprendimientos, algunos considerables.
En este sentido, han explicado que no se volverá abrir hasta que no haya un informe favorable de los técnicos para evitar peligros. De 90 metros y de 250 metros cuadrados, este túnel es uno de los reclamos del proyecto municipal “Cuenca subterránea”, que desde hace casi una década ofrece visitas guiadas y teatralizadas a los visitantes.
Por su parte, la otra instalación, ubicada en la calle Calderón de la Barca y ya en la parte baja, tiene unos 130 metros cuadrados, a los pies del Hospital de Santiago. Este refugio antiaéreo fue inaugurado el pasado mes de enero por el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, pero no se llegó a abrir al público por las humedades que presenta.
Este motivo ha obligado a mantenerlo cerrado hasta que se busque una solución a este problema, según las mismas fuentes. En la ciudad de Cuenca hay contabilizados cerca de una veintena de refugios antiaéreos de la Guerra Civil Española, aunque han sido dos los que se han recuperado para uso turístico.