La Diputación de Cuenca ayudará a la Residencia Parroquial de Mayores Virgen de las Nieves de Casasimarro "a continuar con su excelente labor en este municipio conquense, tal y como viene desempeñando desde su fundación, hace ya más de 35 años". El presidente de la institución provincial, Benjamín Prieto, así se lo ha trasladado al director de este recurso asistencial y, a su vez, párroco de esta localidad conquense, Salvador Jiménez, en el transcurso de un encuentro mantenido en el Palacio Provincial y al que también ha asistido el alcalde casasimarreño, Juan Sahuquillo.
Prieto ha querido resaltar la importancia de este tipo de recursos asistenciales para el medio rural, "contribuyendo no solo a que nuestros mayores dispongan de una atención adecuada y una buena calidad de vida, sino, además, permitiéndoles continuar viviendo en el pueblo que le vio nacer y afianzando, por lo tanto, la población en el territorio, sin olvidar, por supuesto, la generación de riqueza y empleo en el entorno rural; algo fundamental ante el terrible fenómeno de la despoblación".
No es de extrañar, en consecuencia, que el presidente haya mostrado la voluntad y disposición de la Diputación de volver a colaborar con esta residencia de mayores, al igual que ya lo hiciera el pasado ejercicio 2018. En esta ocasión, para "contribuir a la renovación de parte del equipamiento asistencial, como son las grúas, sillas de baño o rampas metálicas", que no solo permitirá a este centro cumplir con las exigencias de la normativa actual, sino que "redundará tanto en una mejora de la calidad de vida de sus 53 residentes, como en las condiciones laborales de sus trabajadores que podrán desempeñar su labor de una manera más adecuada y eficaz".
Y es que la Residencia Parroquial de Mayores Virgen de las Nieves ofrece a sus residentes "una amplia y variada carta de servicios con el fin de garantizar de que su estancia sea lo más grata y placentera posible". Es por ello que pone a su disposición desde programas de cuidados personales, de asistencia y apoyo a las actividades básicas de la vida diaria (verter, desvestir, aseo personal e higiene, alimentación, etc.) hasta atención médica, de enfermería, terapia ocupacional y fisioterapia, pasando por programas de entrenamiento y estimulación cognitiva y sin olvidar, por supuesto, los servicios generales de restauración, limpieza de habitaciones, lavandería, planchado y repaso de ropa, etc. Todo ello unido a un servicio de centro de día, del que disfrutan en la actualidad cinco mayores.