El Juzgado de lo Penal número 2 de Cuenca ha condenado al guarda de un coto de caza a un año, siete meses y un día de prisión y al pago de 268.000 euros en concepto de indemnización por la muerte de especies protegidas de fauna silvestre, como milano real o águila real, y por usar medios ilegales para la caza.
La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) ha informado en un comunicado de la sentencia y ha denunciado que el guarda había convertido el coto de caza en un "auténtico campo de exterminio donde mataba indiscriminadamente a aves rapaces de especies protegidas".
Los hechos se remontan a abril de 2016, cuando agentes medioambientales de la demarcación de San Clemente (Cuenca) realizaron una inspección programada dentro del plan de lucha contra el uso de cebos envenenados en un coto de caza de la localidad conquense de Villar de la Encina.
Tras haber localizado lazos instalados para la captura de predadores en varios puntos de terreno acotado, así como jaulas trampa y un cepo activado, y puesto que todos ellos carecían de autorización, solicitaron explicaciones al guarda de la finca.
Los agentes han afirmado que, en las inmediaciones del cobertizo donde el agente guardaba sus enseres, encontraron multitud de cadáveres de águilas, búhos, milanos, cuervos y otros cuerpos de animales imposibles de identificar.
Durante los registros fueron decomisados un total de 29 cepos para captura de predadores, dos jaulas trampa con cebo vivo, 28 jaulas no homologadas para captura de conejos, 60 lazos de cable de acero y 255 anzuelos utilizados presuntamente para introducirlos en cebos de carne y causar la muerte por hemorragias internas al animal que los ingiriese.
APAM Castilla-La Mancha ha recordado que los cepos están totalmente prohibidos tanto su uso como su tenencia en toda la UE y por normativa estatal y autonómica, por ser un método de captura masivo y no selectivo y por la crueldad de su uso, ya que produce mutilaciones y sufrimiento a los animales que quedan atrapados en ellos y .
Junto a todos estos artilugios, los agentes encontraron un jaulón para cría de aves de corral con hurones que, en ese momento devoraban los cadáveres de varios águilas ratoneros.
Tras activar el 'Protocolo de venenos', los agentes hallaron un arcón congelador en el que el condenado guardaba los cadáveres de aves rapaces protegidas que servían de comida a los hurones, tal y como él mismo reconoció.
El informe forense elaborado por los veterinarios del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Albaladejito en Cuenca ha confirmado que todos los cadáveres encontrados por los agentes medioambientales en el coto de caza de Villar de la Encina pertenecen a especies incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
Se trata de un milano real, tres águilas reales, seis azores, ocho milanos negros, nueve ratoneros, una culebrera europea, nueve búhos reales, una gineta y seis cuervos.
Las necropsias realizadas a cada uno de ellos concluyen que todos fueron capturados con cepos, los cuales mutilaron antes de su muerte las extremidades inferiores de los ejemplares capturados.
El juzgado también ha condenado a este hombre a cinco años de inhabilitación, además de prohibirle el ejercicio de la pesca y la caza durante el mismo periodo de tiempo.