El alcalde de Cuenca, Darío Dolz (PSOE), se plantea los próximos cuatro años como una oportunidad para que el Ayuntamiento de Cuenca adopte "pactos y acuerdos" que abarquen más de un mandato, aprovechando el apoyo mayoritario conseguido en las urnas y con el acuerdo de Gobierno, que le deja como el alcalde con mayor respaldo de la etapa democrática en el Consistorio conquense.
Con once concejales en el Grupo Socialista y seis más de sus socios de Gobierno de Cuenca nos Une, además de una oposición dividida en tres grupos, Dolz afirma en una entrevista con Efe que la ciudad está "en una situación magnífica" para buscar el consenso y plantear proyectos para más de una legislatura, que no dependan del signo político de cada gobierno.
Un respaldo que supone también "una mayor responsabilidad" para el alcalde de la Corporación municipal más fragmentada, con cinco grupos políticos, de la etapa democrática en Cuenca.
El regidor aboga también por "quitar carga política" en el Consistorio "en cuanto a debates estériles y enfrentamientos personales” que considera que "por desgracia" si se han producido en la última Legislatura y sostiene que "el que quiera seguir con esos ataques se va a retratar él mismo en los plenos", porque ni el alcalde ni los 16 concejales del Gobierno van a responder a las provocaciones, adelanta.
Poner en funcionamiento la ciudad
Dolz asegura que su objetivo primordial de cara a 2023 es "poner de nuevo en funcionamiento la ciudad, en todas aquellas cosas que, aunque parezcan pequeñas, son las que más demandan la ciudadanía, como arreglar las aceras, limpiar las calles, reparar las zonas infantiles o mantener los centros educativos en perfecto estado de revista".
Asevera que espera dejar su impronta en la ciudad, "haciendo que vuelva a funcionar de forma amable", lo que implicará otras cosas, como que "las empresas vean en Cuenca un lugar amigable donde instalarse".
En cualquier caso, augura que trabajando con un Gobierno de 17 concejales y alcanzando acuerdos y consensos con los tres grupos de la oposición se pueden impulsar proyectos a medio plazo "para sacar a la ciudad de la situación en que se encuentra".
Asimismo, confía en poder concluir los proyectos heredados, como por ejemplo el traslado de la Comisaría al edificio inacabado de los sindicatos, un proyecto iniciado en la pasada legislatura pero que le parece una solución "acertada" y que espera poder firmar con el Gobierno central cuanto antes.
También espera que termine pronto la construcción del aparcamiento de Astrana Marín o la rehabilitación de la Casa del Corregidor, cuya finalización en ambos casos estaba prevista para junio, pero que no acabarán en esa fecha.
Humilde y dialogante
Dolz se define como una persona "humilde, dialogante" y que va a llamar "a todas las puertas que tenga que llamar" y uno de sus retos primordiales, en ese aspecto, es devolver al Ayuntamiento de Cuenca "el prestigio y la confianza de los ciudadanos", algo que a su juicio se debe hacer "escuchando a la ciudadanía y atendiendo sus peticiones".
En ese sentido, lamenta que el Gobierno de su predecesor, Ángel Mariscal (PP), le ha dejado "el listón bajísimo, porque no ha atendido ninguna petición que le han hecho los vecinos" e incluso en algunos casos "les ha saltado con cajas destempladas"
Por lo tanto, cree que eso ha dejado "el prestigio del Ayuntamiento por los suelos a nivel político, por lo que es necesario recuperarlo".
Dolz también continúa apostando por la peatonalización del centro de la ciudad, aparejada a un incremento y un refuerzo del comercio local, motivo por el cual ha creado una concejalía específica en esta área.
"Todas las ciudades modernas avanzan hacia la peatonalización de sus centros urbanos", manifiesta el alcalde, que también defiende que la peatonalización de Carretería abordada entre 2011 y 2015, con un Gobierno del PSOE, tuvo aspectos mejorables, reivindica que el Gobierno local de aquel momento fue "valiente y es ya un proyecto efectivo y consolidado, que si no puede crecer más, al menos se mantendrá".
Sin embargo, reconoce que hay que buscar "un cambio de mentalidad en los conquenses" para evitar el uso excesivo del vehículo privado, algo que necesariamente tiene que ir de la mano de una mejora en el transporte urbano.
La mejora en el transporte público es también uno de los aspectos esenciales para mejorar la accesibilidad al Casco Antiguo, donde Dolz mantiene su intención de construir, de la mano de la Junta, dos ascensores en la Plaza de Ronda, junto a las Casas Colgadas, y en Matadero Viejo.
Dolz ha indicado que se ha fijado también en otras ciudades, como Vitoria, para ubicar elementos adicionales como escaleras mecánicas que complementen los ascensores y la mejora del servicio de autobús.