El presidente de la Diputación de Cuenca en funciones, Benjamín Prieto, ha hecho balance este lunes de sus ocho años al frente de la Institución provincial que deja en una situación "solvente", con la deuda "prácticamente amortizada" y más de 50 millones de euros en proyecto de inversión ya comprometidos.
En rueda de prensa, Prieto ha desgranado que el proyecto 'Serranía en vía', para dar un uso y recuperar las estaciones de tren abandonadas en la provincia, o los proyectos para convertir en hospederías edificios históricos de localidades como Uña, Huete, Yémeda o San Clemente suman 17 millones de euros.
Asimismo, ha ampliado que en carreteras hay trece millones de euros de proyectos encauzados, otros siete más en instalaciones municipales o trece para arreglo de caminos.
Ha destacado, además, la inversión realizada, en colaboración con los ayuntamientos y a través de planes de recuperación del patrimonio como el PLAMIT, para dar un uso turístico a edificios que estaban en estado de deterioro o abandono en la provincia y que en estos ocho años ha supuesto más de 400 actuaciones.
Plan económico y financiero
El presidente en funciones ha asegurado que cuando llegaron, en 2011, encontraron una Institución muy endeudada y con dificultades para pagar las nóminas, lo que les obligó a realizar un Plan Económico y Financiero que ha permitido dejar una Diputación "solvente".
Tras reconocer que le habría gustado ver concluidos los proyectos de 'Serranía en vía”, de las hospederías o de la residencia de Beteta, ha dicho estar convencido de que el parque auxiliar de bomberos de la capital se podrá poner en marcha este mismo mes por parte del nuevo Gobierno.
Asimismo, ha defendido su política de "incrementar el patrimonio" de la Institución provincial con la adquisición, entre otros, del convento de Santo Domingo de Huete, el poblado de Unión Fenosa en Uña o el convento de los Franciscanos en San Clemente, todos ellos destinados a alojamientos turísticos.
Prieto ha asegurado que deja la Diputación "pero no la provincia" y que desde su puesto de diputado en las Cortes de Castilla-La Mancha estará "vigilante" sobre el papel que desempeña el nuevo Gobierno provincial con todos estos proyectos.