El hombre acusado de matar a golpes a su perra en Albacete y después arrojarla al río Júcar, en el mes de junio de 2017, ha negado los hechos y ha alegado que el animal desapareció. Es por ello que se ha declarado inocente del delito de maltrato animal que le imputa el Ministerio Fiscal y por el que le piden 8 meses de cárcel.
Durante el juicio, celebrado este miércoles en el Juzgado de lo Penal nº3 de Albacete, el único acusado ha asegurado que el animal, una perra de raza American Staffordshire Terrier, se había escapado del corral de la casa de su abuela, ubicada en el barrio de La Estrella, hasta donde la había llevado días antes de su muerte, y después de que mordiera a un conocido.
Según su declaración, tras este hecho y ante el miedo de que el animal pudiera agredir a alguien más, decidió trasladarlo a la vivienda de la abuela donde él mismo se encargaba de su cuidado.
Días antes de que apareciese el cadáver del animal en el río Júcar, el acusado asegura que su tía, desde el teléfono de su abuela, le avisó de que la perra había desaparecido y salió en su búsqueda por los alrededores del barrio.
No obstante, ha asegurado que no denunció la desaparición de la perra pese a que se trataba de una raza potencialmente peligrosa y estaba inscrita en el censo municipal como tal.
A las preguntas del fiscal, el acusado ha negado que golpeara al animal unas seis veces en la cabeza y que después lo metiera en un saco y lo lanzara al río Júcar.
Uno de los testigos que ha prestado declaración este miércoles en Albacete ha sido la veterinaria que atendía a la perra, quien ha asegurado que, después de que el animal mordiera a un amigo del acusado, éste se interesó por las medidas a tomar.
"Me dijo que tenía miedo de que pudiera morder a otra persona", ha dicho, añadiendo que una de las alternativas que planteó el propietario del animal fue su sacrificio.
Tras la declaración de varios testigos, el Ministerio Fiscal ha mantenido la acusación por la que pide para el propietario del perro 8 meses de prisión por un delito de maltrato animal.
Los hechos, tal y como apunta el escrito de Fiscalía, ocurrieron en un momento no concretado, entre el 1 y el 4 de junio de 2017, cuando el procesado sujetó e inmovilizó de extremidades y cuello a una perra de su propiedad, empezó a golpearla intencionadamente, propinándole, en tales condiciones, más de seis golpes en la zona craneodorsal con una herramienta cortocontundente hasta causarle la muerte por un trauma cranoencefálico. Posteriormente, introdujo el cadáver en un saco y lo arrojó al río Júcar.
El cadáver del animal fue localizado el 10 de junio de 2017 en el interior de un saco flotando en el río Júcar, a la altura del paraje denominado 'Ruta Camino del Molino, Puente de Cuasiermas', del término municipal de Motilleja, en la provincia de Albacete.
El cadáver se trasladó al centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Albacete, donde se llevó a cabo la necropsia del mismo, que determinó las causas de su muerte.