La ciudad de Cuenca está sufriendo las consecuencia de las lluvias que han descargado sobre la provincia en los últimos días, que han hecho que se desborde también el río Huécar, que circunda el casco histórico de la ciudad antes de su desembocadura en el Júcar.
El desbordamiento del Huécar se ha unido a la crecida exponencial de los caudales del Júcar, cuya corriente se acerca a 270 metros cúbicos por segundo, lo que ha hecho necesario cortar el acceso al casco histórico de Cuenca, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en el Puente de Valdecabras donde parte el conocido como 'Camino de San Isidro'.El trazado de esta carretera serpentea a través de la Hoz del Júcar hasta llegar hasta la parte alta de la ciudad, donde también se han cortado los accesos, según han indicado a Efe fuentes del Ayuntamiento de Cuenca.
Según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), consultados por Efe, el caudal del río a las 14.25 horas de este sábado era de 264 metros cúbicos por segundo, la cifra más alta registrada en los últimos años.Sin embargo, desde ese momento el sistema automático de información meteorológica ha dejado de funcionar y no registra los valores.
Varias incidencias
Además de en la capital de la provincia, las intensas lluvias están provocando problemas en otras partes de la geografía conquense, como la Serranía Alta de Cuenca, ya que se ha desbordado del río Escabas, a la altura de la localidad de Cañamares.Y en Cuenca capital sigue sin conocerse qué ha ocurrido con un piragüista que ha desafiado a la crecida del Júcar en la ciudad y se ha metido en el río a la altura del pabellón polideportivo 'El Sargal', dónde su piragüa ha volcado y ha sido vista flotando en sus aguas