"Los profesionales que trabajan en hospitales y centros de salud, no han estado ni están los suficientemente protegidos, no cuentan con los trajes adecuados ni con mascarillas, por lo que caen enfermos y cada vez, quienes quedan sanos, están más al límite”, señala el Partido Popular de Cuenca en el marco de la crisis sanitaria desatada por el contagio del coronavirus.
También denuncian la situación de desamparo en la que está dejando a los farmacéuticos.Este grupo de profesionales fundamental, dice el PP, también especialmente sensible, y expuesto a diario a un contacto continuo con la población, “están realizando una labor increíble, tanto en la ciudad de Cuenca como en los pueblos de la provincia”.
No obstante, dado lo prolongado de la situación y que aún estaremos en estas condiciones especiales al menos hasta el 11 de abril, el PP llama la atención sobre aquellos profesionales que llevan a cabo su labor en los pueblos más pequeños de la provincia, “no cuentan con el suficiente material de protección que evite la propagación del virus”, señalan, recogiendo, así, las quejas de algunos integrantes del colectivo que señalan que las medidas de protección son única y exclusivamente las que se han podido dotar ellos mismos, “mantener la distancia, guantes, alcohol y mascarillas que tienen que reutilizar, lavándolas reiteradamente”.
Teniendo en cuenta que en la Cuenca rural hay un gran número de vecinos mayores, constituye un gran riesgo, tanto para el farmacéutico como para los pacientes, no contar con equipos que protejan, “además de no saber a ciencia cierta quienes están contagiados y quienes no”, explican los populares, “los mayores llaman al teléfono de información habilitado para esta crisis y la respuesta más común es que se queden en casa y tomen paracetamol”, explica el PP.
La viabilidad económica de estos establecimientos también se está resintiendo ya y los populares destacan que “a pesar de que los farmacéuticos no son considerados personal sanitario, en muchos pueblos, y ahora más, son el único referente de los vecinos en este área y están a su disposición a cualquier hora del día”.
La falta de previsión del Gobierno de Page con este colectivo se une a la que ha tenido con los profesionales de la salud, y, en general, a la desorganización y desconcierto que reina en la provincia de Cuenca, “una zona con una población dispersa y muy envejecida. La Junta debería tener ya, puesto que llevamos casi 10 días en Estado de Alarma, un protocolo de actuación que ampare a quienes llaman a los teléfonos habilitados para información y urgencias en esta crisis sanitaria, la mayoría mayores que se sienten desamparados”, insisten desde el Partido Popular conquense.
Esta actuación especial para la provincia de Cuenca urge ya que, mientras a nivel nacional el índice de mortalidad es de una persona cada 100.000 habitantes, en Cuenca es 10 veces mayor, 10 por cada 100.000.
La escasez de pruebas que se realizan para detectar si una persona padece o no coronavirus y la tardanza en los resultados tampoco ayuda a frenar y controlar la expansión de la enfermedad, “algunas personas llevan esperando una semana”, denuncian. También “es tremendo que seamos testigos, a través de testimonios directos y de las redes sociales que desde hospitales como el de Alcázar de San Juan, al que se derivan una parte de pacientes de nuestra provincia, tengan que pedir bolsas de basura para hacerse ‘trajes’ y tratar de evitar el contagio”, apostilla el Partido Popular.
Por último, los populares de Cuenca quieren trasladar sus condolencias a los familiares de todos los fallecidos en la provincia por esta pandemia, transmitir mucho ánimo a los enfermos y su reconocimiento y agradecimiento a todas los profesionales que luchan contra el coronavirus y también a los ciudadanos responsables que estos días no salen de sus casas.