La provincia de Cuenca reduce a dos las zonas abiertas y aptas para el baño de las siete habituales cada verano, después de que varios consistorios hayan decidido prohibir el acceso a las riberas por seguridad ante la pandemia de COVID-19.
Así se recoge en la información consultada por EFE referente a las zonas de baño de Cuenca incluidas en el programa de vigilancia en aguas de uso recreativo de la Consejería de Sanidad, que este año también contempla la toma de muestras COVID-19.
De esta forma, en estos momentos sólo son aptos para el baño y han abierto sus accesos los embalses de La Toba, en Cuenca, y el de Buendía.
Y aunque la calidad de sus aguas es óptima, según los controles realizados, Sanidad precisa que está cerrada la laguna del Tobar, en Beteta, el río Guadiela, en Albendea, el río Cuervo, en Santa María del Val y el río Escabas, en Cañamares.
A principios de este mes, el Ayuntamiento de Beteta decretó el cierre temporal de la laguna de El Tobar como medida de seguridad por la pandemia de la COVID-19.
También acordó no abrir este verano la piscina municipal y canceló la celebración de la semana cultural y las fiestas de San Ginés de El Tobar.
Medidas similares se adoptaron días antes en Cañamares, dado que el río Guadiela, en la zona conocida como “La Playeta”, es un punto muy concurrido cada verano por centenares de personas.