Cuatro meses ha estado Cañada Juncosa sin médico. Hasta ese momento, en el que el facultativo dejó de asistir a los vecinos por una baja, el Sescam ya había reducido la consulta, que antes era diaria, a sólo tres días a la semana.
“Si esto sigue así, volveremos a quedarnos sin médico”, se queja el alcalde de la localidad, Joaquín Casamayor, quien, de manera insistente, sigue reclamando un doctor para su municipio de forma regular ante los responsables médicos pertinentes. El diputado regional Benjamín Prietoha visitado la localidad y junto a su alcalde, Joaquín Casamayor, y también el primer edil de la vecina Atalaya del Cañavate, Adolfo Montoya, analizaba algunas de las carencias actuales y necesidades de estos dos municipios.
Lo primero que Prieto reclamaba a la Junta de Comunidades era que Cañada Juncosa recuperara su servicio médico de forma regular, “quiero felicitar, ante todo, al alcalde del municipio, a Joaquín, por su preocupación y la lucha en la que lleva inmerso ya meses. Es un ejemplo de la importancia que tienen nuestros alcaldes en el mundo rural, son los más cercanos y los primeros en dar la cara para solucionar los problemas de los vecinos”, afirmaba el diputado regional.
Para Benjamín Prieto resulta incomprensible que “la doble vara de medir del Gobierno Regional, discursos sobre despoblación y apoyo a quienes vivimos en los pueblos y luego, en la práctica, se permiten el lujo de dejar un municipio sin algo tan elemental como un médico”, denunciaba.
Los vecinos de Cañada Juncosa que sufren las interrupciones del médico, esta última de cuatro meses y que necesitan pasar consulta deben desplazarse a Honrubia y, una vez allí, ser atendidos en el servicio de Urgencias. También tienen que recurrir a llamadas a la vecina localidad si necesitan alguna receta.
Para el primer edil, a pesar de que Honrubia está cerca de Cañada Juncosa, ya que apenas les separan unos kilómetros, “en el pueblo hay gente mayor que no conduce y que tiene que depender de que otras personas les lleven al médico. No podemos vivir con constante incertidumbre de si mañana tendremos o no médico”, añadía Casamayor.
Sin transporte público
Porque, como también apuntaba el alcalde, el transporte público, en concreto el autobús, ha sido suprimido en su paso diario por el pueblo. Ahora, quienes quieran viajar tienen que llamar a un teléfono y pedir expresamente que se les pase a recoger. Como sucede en otras zonas de Cuenca, en concreto en la Serranía Baja, esa fórmula causa problemas como los de no poder contactar con la empresa y reservar viaje o que si surge un imprevisto una mañana el no haber llamado la tarde anterior, el autobús no pase por el pueblo.
Son varios los municipios que se han quedado sin autobús, entre ellos también se encuentra Atalaya del Cañavate. Su alcalde, Adolfo Montoya, también lamentaba esta situación en cuanto al transporte y tenía también otra petición, esta vez para los responsables sanitarios de la región, “deberían de ampliar los servicios que se ofrecen en Honrubia. Así nos evitarían muchos viajes a Cuenca y a Villarrobledo que podríamos solucionar aquí”.
Prieto pedía una solución no solo para el problema médico, una carencia que se repite año tras año en los pueblos de la provincia de Cuenca, y que se agudiza cuando llegan las fechas de verano, sino para el de las infraestructuras, “la Junta no arregla carreteras, suprime autobuses y, ahora, quiere eliminar el tren regional. Son solo algunos ejemplos de la falta de sensibilidad y de perspectiva sobre nuestro mundo rural. La despoblación se combate con soluciones trasversales y haciendo realidad sobre el terreno inversiones, no diciendo que el Gobierno Regional tiene millones de euros y que luego nadie ve en nuestros pueblos”.