La provincia de Cuenca ha registrado un total de 95 incendios forestales en lo que va transcurrido de verano, que en su mayor parte se han quedado en conatos, mientras que el siniestro que ha afectado a más hectáreas hasta ahora es el que se produjo el pasado viernes en Carrascosa de la Sierra.
Así lo ha indicado, en declaraciones a Efe, el delegado de Desarrollo Sostenible en Cuenca, Rodrigo Molina, quien ha recordado que sigue el riesgo alto de fuegos y hay que extremar la precaución en el monte. En concreto,ha detallado que de los 95 siniestros registrados este verano en la provincia hasta ayer, lunes, un total de noventa quedaron en conatos, es decir, que pudieron ser sofocados rápidamente gracias a los efectivos de extinción.
La mayoría de ellos se han producido en terrenos agrícolas durante la campaña de cosecha, y han quemado 360 hectáreas no arboladas.Respecto a los incendios en superficies forestales, este verano se han quemado 26 hectáreas, 3,5 de ellas el pasado viernes en un incendio que se declaró en una zona arbolada de Carrascosa de la Sierra, que supone la mayor superficie forestal quemada hasta ahora en la provincia.
Molina ha indicado que aunque faltan por concretar las causas exactas, los rayos por las tormentas de la semana pasada pueden estar detrás del origen de este incendio, al igual que en el declarado el día anterior en Beteta, una localidad próxima, también en la Serranía conquense.
Sin embargo, otros fuegos han tenido su origen en colillas mal apagadas, por lo que Molina ha recordado que es muy importante extremar la precaución.El incendio más grave de los últimos años en Cuenca se registró en julio de 2019 en Barchín del Hoyo, donde ardieron más de 2.000 hectáreas.