El tercer análisis llevado a cabo en las aguas residuales de la depuradora municipal de Cuenca para la detección precoz de COVID-19, que tuvo lugar el pasado 5 de agosto, ha sido nuevamente negativo, lo que supone que no se ha detectado material genético del coronavirus.
En nota de prensa, el Consistorio ha recordado que Cuenca es una de las treinta ciudades españolas que participan en el proyecto de vigilancia de aguas residuales como indicador epidemiológico para un sistema de alerta temprana para la detección precoz de COVID-19, desarrollado a nivel nacional por el Gobierno de España.
Este estudio, cuyo objetivo es disponer de información para tomar medidas contra posibles rebrotes, consiste en la toma de muestras semanales de las aguas residuales para la detección de material genético del virus sin capacidad infectiva, permitiendo con ello discriminar si hay un brote y, en tal caso, saber a qué zona de la ciudad afecta.