Ya se ha cumplido un año desde que comenzase la pesadilla del coronavirus, lo que ha supuesto una auténtica avalancha de pacientes contagiados o con sospecha de infección en los sistemas públicos de salud, donde los profesionales de la Atención Primaria han tenido que multiplicar sus esfuerzos -en algunos casos muy por encima de los exigible- para funcionar con efectividad como primera línea de ataque contra el virus.
Pero la necesidad de poner la mayor parte de sus recursos en el control y seguimiento de la pandemia ha provocado que en los centros de salud de Castilla-La Mancha las prioridades hayan cambiado: ahora la atención del médico de cabecera es telefónica cuando las consultas no requieren presencialidad, en muchos casos las esperas para conseguir cita han aumentado varios días, en algunos servicios de urgencia se han endurecido las condiciones de acceso... Y todo ello, en definitiva, ha generado una sensación de empeoramiento del servicio entre los usuarios con patologías comunes.
Ahora, algunos médicos de Castilla-La Mancha también comienzan a cuestionarse públicamente si el modelo de atención primaria es el adecuado. Este mismo jueves el Colegio de Médicos de Cuenca (ICOMCU) emitía un comunicado en el que mostraba su "preocupación" en este sentido, recordando que la pandemia ha provocado pasar de un sistema "plenamente presencial" a otro en el que "predomina la consulta telemática o telefónica, perdiéndose, en muchos casos, uno de los pilares de la profesión médica, como es la exploración física".
Además, el Colegio de Médicos de Cuenca, que lamenta la reducción de las consultas presenciales en horario tanto de mañana como de tarde en los centros de salud de la provincia, asegura que "todos estos cambios han sido recibidos con mas sombras que luces por parte de los pacientes, lo cuál puede llevar a un deterioro de la relación médico/paciente".
La Junta Permanente de la institución colegial conquense, por todo ello, ha decidido, "teniendo en cuenta la mejoría de la situación epidemiológica actual", plantear una serie de dudas a la Gerencia de Atención Integrada (GAI) de Cuenca, que esperan sean "aclaradas en aras de evitar los problemas planteados".
¿La atención telefónica ha llegado para quedarse?
La primera de ellas es si el modelo de teleasitencia, con predominio de la consulta telefónica, quedará como algo permanente o si, por el contrario, "es algo coyuntural y, por tanto, modificable en un futuro". En ese sentido, los médicos conquenses quieren saber siexisten "escenarios previstos para retornar a la normalidad" y las fechas previstas para ello.
Además, desean conocer si "hay algún registro de porcentaje de actividad no presencial (consulta telefónica) realizada por cada profesional desde el inicio de la pandemia y en la actualidad".
Por último, ante la eliminación de las consultas en horario de tarde en los centros de salud de Cuenca capital, buscan saber si esta "es una medida definitiva o provisional" y, en caso de ser temporal, en qué escenarios está previsto su recuperación.
Por el momento, y antes de obtener las respuestas que buscan, el comunicado del Colegio de Médicos conquense ha generado cierta indignación entre algunos de los profesionales de Atención Primaria, que a través de las redes sociales han expresado su malestar, considerando que en ningún momento se ha dejado de atender presencialmente a los pacientes que lo han necesitado:
Piden una rectificación
En la misma línea, la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina de Familia y Comunitaria (SCAMFYC) ha exigido "una rectificación y disculpa" al Colegio de Médicos de Cuenca tras el comunicado publicado, entendiendo que "cuestiona la profesionalidad de los médicos de familia y el trabajo que se realiza en Atención Primaria".
DesdeSCAMFYC explican que"tras el inicio de la pandemia tanto en Atención Primaria como también en ciertas consultas de Atención Hospitalaria se ha reorganizado la asistencia pasando a realizar una primera consulta telefónica como filtro para organizar la atención que se presta al paciente según sus necesidades (teleconsulta, presencial, domiciliaria o urgente) con el objetivo de evitar aglomeraciones en las salas de espera así como prestar más tiempo a los pacientes que así lo necesiten", asegurando que "esta atención no ha supuesto en ningún caso dejar de valorar al paciente de forma presencial cuando ha sido necesario profundizar en la historia y/o realizar una exploración física imprescindible para una valoración adecuada".
"Hemos ido recuperando cierta normalidad en la consulta cuando se ha ido controlando la situación epidemiológica por COVID. De hecho, en una consulta actual vemos entre un 30 y un 40 % de forma presencial sin que ningún paciente que necesite valoración presencial deje de ser atendido", insisten desdeSCAMFYC, que entiende que el comunicado de sus colegas conquenses "crea en la población general una desconfianza sobre la atención que reciben".
"Por ello exigimos una rectificación pública, porque somos muchos los médicos de familia que nos hemos sentido ofendidos por el comunicado que duda de nuestra profesionalidad y desprestigia nuestro trabajo", finalizan.