La Guardia Civil ha investigado a una persona como presunto autor de un delito de maltrato animal en la localidad de Valverde del Júcar. Los ocho perros que tenía evidenciaban síntomas de encontrarse muy descuidados y sin las medidas higiénicas sanitarias mínimas indispensables. Además, a alguno de ellos les operó para que no ladrasen.
Componentes de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de San Clemente, de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, tras recibir denuncia por la comisión de supuestas infracciones a la Ley 7/2020, de 31 de agosto, de bienestar, protección y defensa de los animales de Castilla-La Mancha, realizó varias inspecciones junto a veterinarios oficiales dependientes del Servicio de Ganadería de la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Cuenca en la localidad de Valverde del Júcar (Cuenca).
En nota de prensa, la Benemérita ha informado de que en una de esas inspecciones conjuntas, llevadas a cabo el pasado mes de marzo de 2021, los agentes actuantes, tras evidenciar contradicciones de los propietarios de una de las parcelas, consiguieron localizar escondidos en la parte trasera de un vehículo que se encontraba estacionado en el interior de la finca un total de ocho perros adultos de razas pequeñas (bichón maltés, pomerania y chihuahua) que se habrían intentado ocultar a la inspección momentos antes de la llegada de los agentes.
En un primer reconocimiento, de los ocho cánidos que fueron localizados, se comprobó que algunos de ellos carecían del microchip identificativo y de las vacunaciones y tratamientos de desparasitación obligatorios.
Por otra parte, los inspeccionados no pudieron acreditar la legítima procedencia de ninguno de los animales que evidenciaban síntomas de encontrarse muy descuidados y sin las medidas higiénicas sanitarias mínimas indispensables, detectando a simple vista que varios de los ejemplares presentaban conjuntivitis y heridas oculares.
Tras un reconocimiento más exhaustivo de los animales, los especialistas oficiales comprobaron que a seis de los ocho ejemplares se les había practicado una cordectomía, práctica quirúrgica consistente en cortar las cuerdas vocales a los cánidos para evitar que puedan ladrar o aullar.
Además de ello, los veterinarios oficiales diagnosticaron la urgencia de tratamiento requerida por algunos de los animales con motivo de la gravedad de las heridas que presentaban.
A la vista de todo lo anterior, la Guardia Civil procedió a la apertura de diligencias policiales y a la investigación del propietario de los animales por la presunta comisión de un delito de maltrato animal preceptuado en el artículo 337 de la Ley Orgánica 10/95, de 23 de noviembre, del Código Penal.
Los cánidos fueron intervenidos cautelarrmente al investigado, y han quedado en depósito en una protectora de animales cuyas instalaciones se encuentran en la provincia de Toledo, que se hará cargo de sus cuidados y recuperación hasta se adopte resolución oportuna por la autoridad competente.