El presidente de la asociación de vecinos del centro antiguo de Cuenca, Gerardo Rubio, ha reclamado restablecer el sistema de control de vehículos mediante cámaras en la parte alta, suprimido hace dos años, para frenar el botellón en el casco, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.



Así lo ha demando Rubio, en declaraciones a Efe, preguntado por el multitudinario botellón del pasado fin de semana, que reunió a más de un centenar de personas.



Según Rubio, una limitación de vehículos frenaría estas prácticas, prohibidas por decreto desde hace un año en la ciudad, dado que los jóvenes no podrían acceder en coche a algunas zonas, como el aparcamiento del barrio del Castillo o el mirador de José Luis Coll.



El presidente de los vecinos ha advertido además de los peligros que ello conlleva, sobre todo si tras el botellón los jóvenes conducen, dado que para llegar a esas zonas hay que atravesar una calle estrecha y muy empinada como es la calle San Pedro.



Por todo ello, ha propuesto limitar la movilidad, adoptar medidas más contundentes, así como que el Consistorio pueda plantear actividades de ocio alternativo y saludable a los jóvenes durante los fines de semana.



Asimismo, ha lamentado que el botellón conlleva suciedad y orines en zonas tan emblemáticas como la plaza de Mangana, donde están los restos arqueológicos de un yacimiento.



El Ayuntamiento de Cuenca publicó en julio de 2020 un decreto por el que prohíbe el botellón en la vía pública “por razones de salud pública y seguridad ciudadana” por la pandemia de covid-19.



La medida se adoptó tras otro multitudinario encuentro de jóvenes, en este caso en la plaza de España de la ciudad, en la parte baja, frente a la Subdelegación del Gobierno.



Esta semana, el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha asegurado que el Ayuntamiento va a actuar con “contundencia” frente al botellón para evitar que vuelvan a producirse situaciones “inadmisibles” como la ocurrida el pasado fin de semana.