Hay carteles publicitarios que se han convertido en un icono de las grandes ciudades. El Tío Pepe de la Puerta del Sol o el luminoso de Schweppes de la Gran Vía de Madrid son algunos de los ejemplos más representativos. Unos carteles publicitarios que ya son patrimonio de la ciudad y que han inspirado al modelo desarrollado por un pequeño pueblo de Cuenca, Olmeda de la Cuesta.

Se trata de una localidad de la 'España Vaciada' que actualmente tan solo cuenta con una veintena de habitantes y que se encuentra en peligro de desaparecer después de perder unos 400 vecinos en los últimos 70 años.

La preocupante despoblación fue el hecho que llevó al exalcalde, José Luis Regacho, a poner en marcha una ingeniosa iniciativa para aumentar el número de visitantes. El exregidor pidió permiso a varias empresas anunciantes y a los propietarios de las viviendas para colocar más de 70 carteles publicitarios originales impresos en azulejos en las fachadas de casi todas las casas.

Anuncio el Olmeda de la Cuesta (Cuenca). Foto: CMM.

Estos carteles fueron elaborados por integrantes de la Asociación para la Atención a Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo (ASPADEC) y los propios vecinos participaron en la selección de anuncios que querían en sus viviendas.

De esta forma, si paseamos por el encantador pueblo de Olmeda de la Cuesta podemos encontrar anuncios de Mahou, Tío Pepe, Cola Cao, Nitrato de Chile, Antiu Xixona, Michelin, el toro de Osborne o Schweppes, entre otros.

Anuncio el Olmeda de la Cuesta (Cuenca). Foto: CMM.

Un proyecto que se ha convertido en una interesante iniciativa que ha llevado al Ayuntamiento del municipio a inaugurar un Museo de la Publicidad al aire libre, instalando códigos QR que enlazan con sintonías publicitarias.

Patrimonio natural e histórico

Pero Olmeda de la Cuesta no es solo destaca por su publicidad. Ubicado en un espectacular entorno natural, rodeado de montañas y campos, se erige como un destino idóneo para quienes buscan tranquilidad y disfrutar de la naturaleza.

Además, cuenta con dos emblemáticos templos del siglo XVII, como son la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la Ermita de San Sebastián.