El 'popular' Antonio García ha presentado su dimisión como alcalde de Budia (Guadalajara) dos años y medio después de asumir este cargo tras presentar una moción de censura en el Ayuntamiento para desbancar de la Alcaldía al anterior regidor, Carlos María de Silva, también del PP.
Cuando García asumió este cargo en octubre de 2016 anunció que iba a trabajar en equipo, y ahora, a dos meses de la celebración de elecciones municipales y autonómicas, ha decidido abandonar esta responsabilidad porque cree que la política es "una mentira" y que "ser legal es muy difícil", ha avanzado a Europa Press.
Según García el ya exalcalde, "si fuera legal, tendría que echar a las familias que tienen adjudicados los dos bares sociales del Ayuntamiento porque no pagan", ha afirmado tras puntualizar que no están cumpliendo los contratos de adjudicación que tiene y que por propio consejo de la secretaria, como alcalde tendría que adoptar esa medida.
Una decisión que para él es "durísima", y "no quiere comerse más marrones" teniendo en cuenta que, de acuerdo a la ley, no podría renovarles y tendría que echarlos y sacar a concurso por subasta de nuevo estos bares al cumplirse los contratos, ha precisado.
"Decidle a alguien que se tiene que ir es muy chungo, y más si tiene hijos", ha afirmado el ya exalcalde, convencido de que su decisión es acertada, y más teniendo en cuenta que este trabajo "le ha costado dinero" y ahora prefiere vivir más tranquilo.
Por su parte, el alcalde al que se le hizo la moción se ha referido a García como "un personajillo" que en su día le hizo "una encerrona" que prefiere no recordar.
Antonio García se convirtió en el nuevo alcalde de Budia con el voto de otro concejal del PP y el apoyo del PSOE y del edil independiente, una moción que justificaron con que De Silva no era capaz de gestionar el Ayuntamiento.