El economista Daniel Lacalle, que ha renunciado a tomar posesión de su acta de diputado en el Congreso de los Diputados para dejar paso a Marimar Blanco, ha asegurado este viernes que la decisión ha sido "personal", pero "consensuada" con la dirección del partido.
Así ha respondido Lacalle, a preguntas de los periodistas tras haberse conocido su renuncia este jueves, previas al desayuno informativo que ha compartido con empresarios en Cabanillas del Campo (Guadalajara), junto al candidato del PP a la Presidencia de la Junta, Paco Núñez.
"Uno no se presenta a un proyecto solamente por gobernar o cómo gobernar, sino para liderar una serie de propuestas que creemos que son buenas para el país y la mejor manera de hacerlo es teniendo en cuenta todo lo que podemos hacer cada uno dentro de un equipo para maximizar el potencial de cada uno", ha afirmado, al tiempo que ha remarcado que es lo que va a continuar haciendo.
Ha dicho que va seguir "en este gran partido", defendiendo y poniendo en marcha las propuestas que se van a tener que debatir en una legislatura que, a su juicio, "va a ser muy difícil".
Lacalle ha explicado que se trata de "una decisión personal, pero consensuada" con la dirección del partido y que la primera persona con la que habló cuando la tomó fue con la propia Marimar Blanco.
Por su parte, Núñez ha destacado la "generosidad" que ha demostrado Lacalle al no tomar posesión de su acta para que otra persona lo pueda hacer y ha agregado que va seguir colaborando en el partido haciendo el programa económico.
Críticas al Gobierno
Lacalle ha acusado al Gobierno nacional de intentar "aburrir a Bruselas" con sus planes económicos para el país con el objetivo de que todos los "socios y acreedores" piensen que "si dejan pasar, todo va ir bien", afirmando que España no debe caer en esa "política del avestruz".
Junto al candidato del PP a la Presidencia regional, Paco Núñez, ha comentado que el Gobierno elaboró un presupuesto cuya previsión más optimista "estimaba entre 3.000 y 8.000 millones de agujero fiscal" y ha criticado que, después de ganar las elecciones, "vuelve y presenta lo mismo, un plan de estabilidad que Bruselas dice que no tiene ninguna lógica".
El economista ha hecho especial hincapié en la subida de impuestos a las empresas. "Cualquiera que tiene una empresa sabe que este año en enero la factura por salarios se le ha aumentado en un mínimo de un 10 por ciento y eso significa que puede contratar menos gente". Asimismo, ha criticado que se tenga que volver a fichar, considerando que es "una locura en la época del teletrabajo y la conciliación".
Por ello, ha alertado de que en la actual campaña electoral "la inmensa mayoría de partidos" están "hablando continuamente de más gasto y de políticas de negar lo que ocurre" a la vez que pretenden, a su juicio, "poner más desequilibrios" en el sistema económico.
En este sentido, ha puesto el foco en que España "es el único país de la OCDE que va a enfrentarse a una ralentización económica subiendo enormemente los gastos y los impuestos". "¿Tenemos la varita mágica de hacer las cosas mejor? Me temo que no", ha añadido.
"Es muy importante entender los riesgos de ignorar de nuevo, como está haciendo el Gobierno, los retos que tiene la economía, que lleva muchos trimestres ya en una ralentización muy evidente", ha apuntado.