La nueva presidenta de la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía, María de los Ángeles Sierra, ha pedido más inversiones en esta zona de la cabecera del Tajo para "dignificar la vida de unos pueblos castigados por el trasvase y la despoblación".
La también alcaldesa de Cañaveruelas ha mostrado igualmente su preocupación por las estimaciones que se manejan sobre los pantanos de la cabecera del Tajo para el final de 2019, ha informado este jueves en una nota de prensa la asociación de los pueblos ribereños.
En este sentido, ha afirmado que la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía "ni está dispuesta a tomarse un minuto de descanso, ni puede permitírselo con la dramática situación que viven sus embalses y el poco halagüeño futuro que les depara el otoño".
Sierra, que ha sido elegida recientemente presidenta de la asociación, ha transmitido estas preocupaciones a al consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, y al nuevo director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, José Manuel Martín Aparicio, en el acto de su presentación, al que acudió acompañada del vicepresidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Borja Castro.
Según la asociación, tanto Martínez Arroyo como Martín Aparicio transmitieron su predisposición a mantener reuniones próximamente y a explicar, entre otras cuestiones, la posibilidad de uso del agua del Tajo para abastecimiento humano en el cauce del Alto Guadiana.
Explicaron que es una posibilidad "completamente legal" aunque "no está planteada tajantemente sobre la mesa" y atendería a muchos factores, pero "siempre con el entendimiento entre las partes y siendo conscientes de la paupérrima situación de los embalses", ha explicado la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía.
Asimismo, ha indicado que aunque desde la asociación "siempre se han mostrado comprensivos con las necesidades de abastecimiento humano", ha pedido "que no se olviden los graves problemas" que tienen los propios ribereños para abastecer a su población.